Rita Hester fue una mujer transgénero orgullosa de su condición. Por lo que trascendió en los medios parecía una mujer rotunda, tanto en carácter como en físico, artista, feliz en Brighton -Boston- donde se reconocía su talento y se daba por hecho su condición femenina. Pero lo cierto es que un día de noviembre de 1998 apareció apuñalada en su apartamento. Las conjeturas siguen abiertas, pero la versión más plausible es que fue asesinada por personas de su entorno.

Las muertes con violencia hacia personas transgénero, por odio o prejuicio, se remontan a los años 70, porque en algún momento había que hacer balance…pero no ha sido hasta 2007 que se lleva a cabo una labor de información acerca de cada una de las personas, que se sabe que son asesinadas bajo estas circunstancias, en la web Transgender Day of Remembrance.

Siempre hablamos de datos aproximados, es obvio, pero son completamente dantescos y abrumadores. Sólo en 2017 se han contabilizado 325 casos de asesinatos de personas transexuales y con diversidad de género y si nos remontamos a 2008, suman más de 2,600 casos hasta el día de hoy, en 71 países de todo el mundo. Encabeza este horror Brasil con casi 200 asesinatos, seguido de México con casi 60 y Estados Unidos con más de 20 casos.

Lamentablemente existen circunstancias que abundan en la discriminación y el odio hacia personas transexuales, ya que en muchos casos se unen cuestiones de raza, condición de inmigrante, además de un altísimo porcentaje -más del 60%- de personas transexuales que son trabajadores del sexo.

Hoy 20 de noviembre se conmemora, desde hace 19 años en más de 200 ciudades de todo el mundo, el día de la Memoria Trans en recuerdo de una mujer que se ha convertido en símbolo de las víctimas de esta violencia cruel, basada en la intolerancia y el odio hacia una condición que a nadie le va ni le viene.

Una condición personal, digna y heroica, la de reconocerse tal y como uno es y vivir en consecuencia. La que abrazó Rita Hester y por la que le hicieron pagar con la muerte.