Mi nombre es María y hace algunos años creé un canal de cocina en Youtube para poder compartir con todos mis recetas saludables. Después, empecé a escribir un blog, Espéciate conmigo, en el que decidí hablar también de otra de mis pasiones, el huerto ecológico sin labranza. Y, de esta manera, combinar cocina y huerto como estilo de vida saludable.

Con el mes de enero llegan los buenos propósitos que nos planteamos para el nuevo año. Muchas veces, hartos o con cargo de conciencia tras los excesos de las fiestas, hacemos una lista interminable y bien“dura”, casi en plan “castigo”, para abordar el año venidero de mejor manera que los terminamos, siempre hablando de hábitos.

Cuando hacemos nuestros propósitos pensando en lo “que no debo hacer”, nuestra buena voluntad estará avocada al fracaso, podríamos considerarlo el plan perfecto “sobre como amargarme la vida”.

Propósitos para una vida más saludable

Para que nuestros propósitos tengan éxito y realmente llevemos a cabo un estilo de vida más saludable que perdure en el tiempo, llevaremos nuestra atención a los aspectos positivos de este cambio: ¿Cómo me quiero sentir?, ¿Qué vida quiero llevar?, ¿Qué quiero comer?, ¿Qué está en mi mano para mejorar este aspecto determinado de mi vida? Así, iremos escribiendo nuestra lista, al mismo que visualizamos y sentimos como sería nuestra vida si introducimos esos cambios.

Yo no participo de ideas extremistas, si llevamos una dieta y estilo de vida saludable la mayor parte del tiempo, no tenemos que preocuparnos por los excesos puntuales. Centrándonos en el tema dieta, lo más sensato es comer alimentos frescos y cocinados de forma sabrosa.

Para facilitar esta tarea, los mercados son la mejor opción para hacer nuestra compra. De esta manera, vamos a los puestos y compramos lo que realmente necesitamos, como hacían nuestras madres y abuelas antes de la introducción de las grandes superficies. En el mercado, llenaremos nuestra cesta con verduras, fruta, carne, pescado, variantes y pan de calidad.

Con esto no quiero decir, que en las grandes superficies no vayamos a encontrar calidad, pero llenaremos el carro con muchos productos que no necesitamos, además de los productos “tentación”. ¿Cuántas veces hemos ido a por leche y hemos vuelto con el carro lleno de cosas que no necesitábamos? Seguro que unas cuantas…, nos las llevamos bien porque están en oferta, bien porque el empaquetado es atractivo o porque lo he visto en a tele…, sea el motivo que sea, caemos en las estrategias de marketing diseñadas para un consumo innecesario y en detrimento de nuestra salud.

Resumiendo, los cambios que introduzcamos en enero tienen que ser lo suficientemente viables y atractivos como para que los mantengamos durante todo el año y, de forma natural, estos cambios se conviertan en nuestros  hábitos, consiguiendo un estilo de vida más feliz y saludable.

Cinco cambios para lograr nuestros propósitos

  • Yendo a comprar al mercado y llenando nuestra cesta o carro de productos frescos y naturales: carne, pescado, variantes y frutas secas, verduras y frutas.
  • Eliminando los productos industriales y los alimentos precocinados. Cuando sacamos estos productos de nuestras vidas, dejamos de darle a nuestro organismo conservantes, colorantes y aromas artificiales, estabilizantes, productos refinados, grasas trans o grasas poco saludables, un exceso de azúcar, etc. ¿Imaginas cómo te lo va a agradecer tu cuerpo? ¿Has comprobado ya cómo afecta a estado anímico y al cansancio ya crónico? Te invito a que según vayas introduciendo los cambios, hagas un pequeño diario sobre las mejorías que sientes, cuando lo leas pasado un tiempo, ¡no creerás como ha cambiado tu vida para mejor!
  • Cocinando fácil y rico, con este propósito creé mi canal de cocina, en mis recetas utilizo alimentos frescos, asequibles, poco manipulados y al alcance de todos. Me gusta mucho introducir especias en las recetas, de esta manera, aportamos color, sabor y aroma de forma natural, y además, podemos reducir la cantidad de sal. Por ejemplo, en el caso de la cúrcuma, tenemos una especia que no da mucho sabor, pero sí un toque dorado muy apetecible, y, al mismo tiempo, nos beneficiamos de todas sus propiedades.
  • Disfruta de unas infusiones aromáticas y deliciosas, que además aportan muchísimas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo: las podemos preparar relajantes, reconfortantes, desintoxicantes, antiinflamatorias etc., ¡y sin renunciar al placer de una deliciosa bebida! Las infusiones van mucho más allá de la típica manzanillas que nos daban cuando estábamos malitos.
  • Hacer ejercicio es fundamental, quien mueve las piernas, mueve el corazón, la bomba que nos mantiene vivos. Hoy tenemos miles de actividades para hacer: yoga, tai chi, ir al gimnasio, correr, montar en bici… Y, si carecemos de tiempo para hacer ejercicio, caminemos un buen trayecto antes y después del trabajo, subamos por las escaleras evitando ascensores y escaleras mecánicas, también podemos seguir alguna rutina de ejercicios de calidad de algún canal de Youtube, y, los fines de semana aprovechar para estar al aire libre.
  • Y, ¿por qué no? ¡Cultiva tus propias verduras! Sabrás lo gratificante que es comer, por ejemplo, una lechuga o una rúcula, que tú mismo has visto crecer desde una diminuta semilla. Si no tienes espacio para un huerto, cultiva en macetas o en vertical, cada vez son más las personas que me cuentan sus emocionantes experiencias. Hazlo con tus hijos, además de jugar a cultivar, aprenderán de donde viene lo que comemos. Si tienes un patio, aprovéchalo y pon tus plantas comestibles, más rico y fresco, no comerás. Además, pasarás menos tiempo sentado frente a la tele, el ordenador o el móvil.

Siguiendo estos consejos, pondremos las bases para tener una vida saludable, haciendo hincapié en la alimentación.