Se avecinan esas fechas en las que las conversaciones sobre la pandemia ya aburren, y los silencios vacíos para no sacar temas políticos pueden llegar a ser muy tensos. Si te compraste todos los juegos para adultos y cinéfilos que te recomendaron nuestras redactoras, has llegado a la versión más “cultureta” de los juegos de mesa: El Cadáver Exquisito.

El Cadáver Exquisito, más allá de considerarlo un juego de mesa, tiene una historia detrás con mucho trasfondo. Fue ideado nada más y nada menos que por Robert Desnos, André Breton y Tristan Tzara, pioneros del Dadá y posteriormente, pensadores surrealistas. Con esta técnica conseguían incluir el azar en el proceso creativo, el inconsciente.

Imagen demostración Cadáver Exquisito

El proceso es muy sencillo: el primer participante anota en un papel una palabra o una frase y la dobla, la esconde. Se pasa el papel al siguiente participante, y este anota, sin mirar lo que ha escrito el compañero, otra palabra o frase que le venga a la mente. Así se van sucediendo una persona tras otra. Cuanto todos los participantes hayan anotado su texto sin observar el de los demás, se destapan todos. El resultado suele impresionar bastante.

Si lo tuyo no son las palabras no te preocupes, que Man Ray, Max Ernst, Yves Tanguy o Joan Miró ya lo hicieron con dibujos, creando elementos maravillosamente esperpénticos e improbables.

Esta creatividad oculta ha sobrevivido a las sobremesas de muchas reuniones, y nada mejor que rescatarla en tiempos de pandemia. Existe una variación bastante divertida, un híbrido de Cadáver Exquisito entre letras y dibujos. El primer participante escribe una frase o una palabra y se la enseña al siguiente, sólo al siguiente. Este segundo debe dibujar lo que ha leído y tapar el texto. Se lo pasa al de al lado, y este a partir del dibujo debe escribir una nueva frase con lo que le inspiren los garabatos. Así sucesivamente hasta que todos hayan puesto su granito de arena. La clave está en que la primera frase se corresponda con el último dibujo, y si no, seguro que hay risas de por medio.