Un año más se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano. Dadas las circunstancias, es inevitable pensar en cómo afecta la crisis del Covid-19 a uno de los sectores sociales con más brecha educativa. Por eso, desde la Fundación Secretariado Gitano han puesto en marcha la campaña El Pupitre Gitano, para paliar esa brecha educativa y digital.

Desde la institución recalcan que la “desigualdad continúa marcando la vida de muchas niñas y niños gitanos y que esto se agrava por la situación de confinamiento”.

Por eso, desde el inicio de la crisis, insisten en medidas urgentes desde los poderes públicos para los colectivos más vulnerables. Con este objetivo surge El Pupitre Gitano, que nace de una iniciativa puesta en marcha ya en 2019. En ella, se visibilizaban las barreras que experimentan los niños y niñas gitanas que tienen graves problemas para terminar la educación secundaria.

Unas barreras que tienen que ver con diversos temas como la desigualdad, la falta de apoyo o la segregación, pero que encuentran un agravante en estos tiempos: la brecha digital.

La problemática de la brecha digital 

La Fundación incide precisamente en las dificultades de este colectivo para seguir la formación online que se está desarrollando estos días en los centros docentes: “El 79% de los hogares gitanos no tiene ordenador y muchos tampoco cuentan con acceso a internet, lo que repercutirá en la adquisición de conocimientos, habilidades y competencias digitales. La desigualdad de partida se agrava y supondrá una desventaja en el proceso educativo de niñas y niños que tendrán menos oportunidades y estarán en inferioridad de condiciones”.

Un trabajo que ya cuenta con equipos territoriales de la Fundación Secretariado Gitano. Éstos reúnen a más de 200 profesionales centrados en la educación. Entre sus labores a desarrollar, la orientación, el apoyo educativo y la búsqueda de alternativas para paliar la brecha digital.

¿Por qué el 8 de abril?

La tradición por celebrar el Día del Pueblo Gitano en todo el mundo tiene sus orígenes en el Congreso Mundial Romaní celebrado en Londres el 8 de abril de 1971.  En él, se instituyeron la bandera y el himno gitanos. Así, se recuerda la historia de este pueblo y se rinde homenaje a las víctimas gitanas que han sido perseguidas a lo largo de los siglos.