El término “achicoria” o “chicoria” , suele venir asociado a posguerra, hambre y desabastecimiento. Lo cierto es que esta planta de hojas dentadas y flores azuladas, tuvo su época de esplendor durante una etapa de la historia de España en la que reinaba el hambre y la pobreza. Tras la Guerra Civil, su uso se popularizó como un sucedáneo el café, el cual escaseaba enormemente.

También en el siglo XVII, la raíz tostada de la achicoria sustituyó al café durante un tiempo. Se produjo a causa de las restricciones a la importación de productos tropicales por las Guerras Napoleónicas. El marcado sabor amargo de esta planta castellana y su tonalidad oscura, además de sus propiedades estimulantes, hacían de la achicoria el perfecto reemplazo.

La achicoria aparece también en las leyes agrarias de Carlomagno como una planta de uso medicinal. Esto se debe a las propiedades digestivas de distintas sustancias que abundan en sus hojas y raíz: Intibina para favorecer la secreción de jugos digestivos, lactulopicrina, inulina para estimular el apetito y ácido clorogénico.

También encontramos en la achicoria una fuente de vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y como antioxidante. En menor medida aparece la vitamina B1, para metabolizar correctamente los hidratos de carbono y potasio, el potasio, magnesio y calcio.

Tal y como está ocurriendo con plantas como el algarrobo, el uso de la achicoria se está volviendo a popularizar gracias a esa vuelta al consumo de proximidad. Ávila, Segovia y Valladolid han sido tradicionalmente los lugares donde más se cultivó y comercializó esta planta, destacando la comarca segoviana de Cuéllar. Allí, el llamado “café de los pobres” se hizo popular gracias a marcas como El Campeón, El Henar, La Primitiva Segoviana o La Cuellarana.

En la actualidad, podemos adquirir achicoria en casi cualquier supermercado. Sus principales comercializadores en España son Molabe S.A., que nace de la unión de tres familias con una larga tradición en la elaboración de la achicoria.

Por qué la achicoria es mejor que el café

Uno de los puntos fuertes de la achicoria está en que no contiene ni cafeína ni teína, pero sigue teniendo propiedades estimulantes. Además, se puede comsumir en cápsulas, soluble y tostada, y no contiene azúcares añadidos.

A las propiedades digestivas que hemos mencionado antes, se le suma el fortalecimiento del sistema inmune, el efecto saciante y gracias a su alto contenido en fibra, también combate el estreñimiento.

*Fotografía de portada: Todocolección