Hace una semana que la tienda online de La Mandinga abrió y esta marca está creciendo enteros para convertirse en un referente de la moda deportiva comprometida con el Medio Ambiente. ¿Por qué? Porque La Mandinga ofrece un catálogo de prendas deportivas creadas a partir de plásticos reciclados. Un proyecto que nos ha gustado y del que queremos saber más, por eso hemos hablado directamente con Lorena y con Mario, responsables de La Mandinga.

¿Cómo surge La Mandinga?

La Mandinga surge como fruto de distintas pasiones que quisimos aunar para perseguir un objetivo: deporte, moda y compromiso con el medio ambiente. Nosotros nos conocimos  entrenando, y con el tiempo quisimos apostar por un proyecto conjunto que permitiera fomentar el deporte de forma sostenible. Estuvimos tanteando muchos proveedores, tejidos, diseños… hasta que lo vimos claro, nuestra propuesta sería diferenciadora, innovadora y divertida: ropa de deporte realizada a partir de plásticos recogidos y reciclados en el mar Mediterráneo.

¿Por qué ese nombre?

¡Nos han preguntado mucho por el nombre! ? Cuando salimos de visitar la primera vez al proveedor del tejido con el que trabajamos, comentando el proyecto en el coche estaba sonando la canción “Mandinga”, de Novalima (¡la palabra Mandinga se repite de forma constante en la canción!). Nos hizo gracia y le añadimos el “La” para hacerlo más personal. Coincidencia además, que las siglas corresponden a nuestros nombres (Lorena y Mario).

¿Qué podemos encontrar en vuestra tienda?

Acabamos de sacar nuestra primera colección, que se compone fundamentalmente de leggings y de dos modelos de camisetas sencillas. Estamos ya a punto de recibir y ultimar la segunda colección, que traerá nuevos diseños, estampados, y una línea de colores básicos y lisos para las menos atrevidas. Los diseños de nuestras prendas son divertidos, con motivos vinculados con la naturaleza, en distintos colores y siempre sobre tejido polyester reciclado.

Leemos en vuestro manifiesto que “Toda la ropa de La Mandinga tiene la certificación “Global Recycle Standard” y Standard 100 (tested for harmful substances).” ¿Qué significan estas certificaciones?

Global Recycled Standard está pensado para empresas que fabrican o venden productos con contenido de material reciclado. La norma abarca toda la cadena de suministro y tiene en cuenta la trazabilidad, aspectos ambientales, responsabilidad social y etiquetado.

El certificado internacional Oeko-Tex Standard 100  legitima que nuestros artículos son libres de sustancias tóxicas. La norma Oeko-Tex® Standard 100 es un sistema de ensayos y certificación unificado a escala mundial para productos textiles en todos las etapas de proceso.

¿Cuál es el proceso que se sigue para transformar una botella de plástico en un legging?

Gracias a la colaboración de 165 barcos de pesca que recogen residuos varios dentro de sus faenas de pescadores, se selecciona plástico que recogen en el Mediterráneo para obtener trozos o pellets de PET (polietilentereftalato). Este plástico se convierte en hilo de poliéster para hacer tejidos, y es en esta fase de tejido donde el poliéster de origen marino se mezcla con otras fibras ecológicas, naturales, recicladas o recuperadas. Aplicamos tintes ecológicos y acabados basados ​​en el ahorro de agua y energía, completando un proceso vertical ecológico.

Además de la Colección Nature, tenéis una Edición Especial junto con Juan Kaos, ¿cómo ha sido esta colaboración?  

Ha sido genial, fluida y alineados todos con el diseño que queríamos conseguir y reflejar en los leggings. Juan es un crack como ilustrador, y nos presentó muy rápido el diseño que finalmente escogimos, con dientes de león en la zona baja de la pierna subiendo hacia la rodilla, muy en la línea de diseños que evoquen elementos de la naturaleza, y en este caso manteniendo una línea sobria y elegante sobre un legging negro.

¿Cómo le explicaríais a una persona de las que no se preocupan por el Medio Ambiente la importancia que tiene que la industria textil tome un camino más sostenible?

Para empezar, tendríamos que explicar a las personas que la industria textil es la segunda industria más contaminante del planeta. Más allá del elevado consumismo que provoca de prendas que no utilizamos y terminan en vertederos emitiendo gases contaminantes por los tejidos y sus compuestos, el 20% de los tóxicos que se vierten en el agua proceden de la industria textil. Solo para los tintes, hacen falta unas 2000 millones de toneladas de productos químicos. En el proceso de confección de unos vaqueros por ejemplo, se utilizan 7000 litros de agua. Esto no es sostenible. Los tejidos reciclados reducen el consumo de agua en su confección y por supuesto en el caso de los plásticos recogidos en el mar, contribuimos a reducir la contaminación de la cadena alimentaria marina que está incrementando de forma exponencial.

¿Ha cambiado la manera de consumir? ¿Los consumidores están concienciados?

Hay de todo, en la sociedad actual tenemos consumidores que sí condicionan sus compras en base a sus principios y convicciones, y tenemos consumidores que se dejan llevar por otros condicionantes como pueden ser el precio, el diseño, las marcas, el país de procedencia… Diversidad absoluta, pero hay una cosa que está clara, y es que en el mercado hay espacio para todos. Nosotros luchamos por traer al mercado una marca distinta, con un valor diferencial alineado con nuestro compromiso medioambiental, cuidando mucho la experiencia cliente en el proceso de compra, que sí que ha evolucionado y es cada vez más exigente.

¿Cuáles son las reacciones que habéis recibido?

Afortunadamente por ahora, el impacto está siendo muy positivo. Los seguidores en redes sociales crecen cada minuto, los comentarios de las personas que ya han probado nuestras prendas están siendo sumamente favorables, y bueno, tenemos muchas cosas que mejorar todavía, pero creo que vamos por el buen camino. Para nosotros es fundamental nutrirnos de las opiniones, consejos y experiencias de nuestros clientes, es la mejor forma de evolucionar y crecer como marca deportiva comprometida con el medio ambiente. Además, el hecho de que todo sea fabricado en España es un valor añadido que la gente está también valorando muy en positivo.

Si hablamos de futuro, ¿qué os gustaría que hubiera por delante para La Mandinga?

¡Muchos clientes satisfechos! La realidad es que ese es nuestro objetivo, cuantos más clientes tengamos, más estaremos aportando al cuidado de nuestros océanos a través del reciclaje de los plásticos que hoy están inundando todo. Aunar calidad, diseño y compromiso con el medio ambiente, y cumplir así las expectativas de nuestros clientes cuando adquieren una de nuestras prendas, es el fin último que perseguimos. Después de estas 2 colecciones basadas en leggings y camisetas, queremos ampliar tipos de prendas, iremos a tops deportivos, sudaderas, línea masculina…afortunadamente, ¡nos queda todavía mucho por hacer!

Nuestra revista se llama Más de Cultura y siempre nos gustar hacer esta pregunta: ¿Más de cultura y menos de qué?

Contaminación en el mar.

Gracias Lorena y Mario por contestar nuestras preguntas y por aunar moda, deporte y medio ambiente para hacer del mundo un lugar mejor. Si queréis saber más sobre La Mandinga, podéis echar un ojo a su web o a sus redes sociales.