A grandes males, grandes soluciones. Dicho popular.

  • A ver papá cuentamé otra vez cómo fue lo de poner el desayuno del recreo en el comedor del colegio.
  • Pues, a ver por dónde empiezo, vamos a ver.

En enero del año 2019 se volvieron a recuperar los niveles de empleo anteriores a una gran crisis económica, sin embargo se había detectado un problema: las personas que rondaban los cincuenta años, tenían muchos problemas para reincorporarse al mercado laboral, sobre todo las personas que tenían escasa preparación y las mujeres.

Crear este nuevo servicio proporcionó una oportunidad a algunos miles de esas personas en un trabajo que podían y sabían hacer perfectamente como es el de ayudante de cocina.

Mejora de las condiciones laborales.

Además contribuyó a mejorar las condiciones laborales de las cocineras y cocineros de los colegios, algunas de ellas solas la mayor parte del día, moviendo grandes pesos y soportando una gran carga de trabajo, lo que les podía provocar lesiones y enfermedades que no sólo minaba su salud, sino que repercutía negativamente en costes para las empresas y la seguridad social por bajas laborales.

  • Ahh, entonces me parece bien que se haya hecho.
  • Me alegro hijo, aunque no fue sólo por eso.
  • ¿Y por qué más fue?
  • Bueno, se realizó un estudio que demostró que varios de los almuerzos que los padres preparaban con su esfuerzo para los hijos acababan en la basura sin siquiera haberlos tocado, no era un porcentaje muy significativo, pero sin duda, mayor de lo que sus propios padres sospechaban. Un despilfarro de tiempo y dinero para que luego sus hijos no se alimentaran bien.

Por cierto, esa fue una de las causas principales para que se llevara a cabo el servicio de almuerzo en el comedor.

  • ¿Cuál?
  • Se constató que una parte importante de los desayunos de media mañana eran zumos y bollería industrial con un gran contenido en azúcar. Al dar los almuerzos en el comedor se controlaban mucho mejor la ingesta de alimentos, introduciendo frutos secos, fruta fresca, tostadas de pan con aceite y/o tomate, etc. y variando los almuerzos con una temática cada día.
  • Pero, al principio, recuerdo que era un poco desastre la organización, todos allí metidos en el comedor, nos tirábamos medio recreo desayunando y a nosotros no nos gustaba.
  • Todos los cambios cuestan en un principio, hasta que se organizan bien y la gente se acostumbra. Al principio a los profesores tampoco les gustaba, ni a los equipos directivos de los colegios, decían que era un jaleo, que era meterles más cosas aún en una agenda sobrecargada y que dificultaba los turnos en el recreo e incluso las sustituciones.

Los que más apostaron por este modelo fueron los padres y es verdad que al principio costó un poco organizarse, hasta que, en la mayoría de los colegios se dividió a las clases, los de primero y segundo 5 minutos antes del recreo, luego tercero y cuarto y los de quinto y sexto almuerzan al final del recreo.

  • ¿A quién se le ocurrió eso?
  • No lo sé muy bien, supongo que fue una manera lógica de organizarse que copiaron unos colegios de otros, aunque creo que no todos lo hacen de la misma manera.
  • ¿Y por qué decían que eso era bueno para el medioambiente?
  • Es un poco complicado de explicar, vamos a ver si lo logro Eric.
  • Puedes decirlo con mis palabras.

Ya sabes que una de las propuestas de la ONU es elegir un día para que se celebre en todo el mundo algún acontecimiento. En el año 2018, por ejemplo, tanto el Día internacional del Medio Ambiente como el Día Mundial de los Océanos, versaron sobre la gran cantidad de plástico que estaba contaminando las aguas marinas. En ese año se dio a conocer que había una isla de plástico de tamaño mayor que Francia en medio del océano y en el año siguiente, en 2019, nos enteramos de que no había sólo una, sino que eran cinco ya las islas de plástico que había.

La revista National Geographic, lanzó a principios del año 2019 el reto “planeta o plástico”, que consistía en reducir en mil millones los residuos plásticos que acaban en el océano y que cada año alcanzaban los nueve mil millones. El reto consistía en reducirlo a ocho mil millones.

  • Ya, pero… ¿Y qué tiene que ver todo eso con que te den el desayuno del recreo en el comedor?
  • Tienes razón, perdona que me enrollo, ya me estoy haciendo mayor.

Pues tiene que ver que cada día en cada patio de colegio de nuestro país, se tiraban a la basura sin reciclar decenas de kilos de plásticos y envases, entre ellos muchos tetrabricks, cuando ya no había ninguna empresa en España para reciclar ese material, ya que la única fábrica que lo hacía había cerrado.

Sólo reducir esa gran cantidad de plásticos supuso ahorrar miles de kilos al día en nuestro país y luego, cuando otros países adoptaron la misma medida se consiguió un ahorro aún mayor.

  • Pero también tienen tetrabricks, plásticos y envases en el comedor del colegio.
  • Ya pero, no un envase individual para cada niño, no un tetrabrick individual para cada niño, con su bollito envasado en plástico, con cada bocadillo envuelto en papel de aluminio y a menudo todo guardado en otra bolsa de plástico.
  • ¿Entonces, con esta medida se consiguió acabar con la reducción de plásticos?
  • Aún hoy, en 2024, no hemos conseguido acabar del todo con la contaminación por plásticos pero sí reducirla muchísimo, no sólo con esta medida por supuesto, sino con muchas otras que se han ido implementando.
  • ¿Cómo?
  • Algunas otras que se fueron haciendo, como la devolución del envase por alguna compensación económica o social, como se hacía ya en Alemania y en algunos países nórdicos e incluso en algunas ciudades españolas antes de que se adoptase esta medida.

También empezaron a utilizarse materiales biodegradables sustitutivos del plástico, algunos a base de plantas o de algas, o de huesos de frutas como el aguacate. Se descubrieron bacterias que eran capaces de comer plástico, en fin, diferentes medidas para lo que estaba convirtiéndose ya no sólo en un problema medioambiental, sino de salud pública.

  • Aaaaah.