¿Qué mejor que un buen cuidado para todos/as nosotros/as? Hace ya algún tiempo que son conocidas las múltiples propiedades que contiene el jengibre para nuestra salud. Un alimento que no tiene su mayor baza en su apariencia (parece una Mandragora autumnalis), pero que es usado habitualmente en la cocina por su sabor picante, (en platos típicamente de países como China o Tailandia).

Y sorprendentemente la raíz de jengibre también es un gran remedio natural, que se puede tomar de distintas formas. La manera más común de disfrutar de ello es mediante la realización de un té, pero también lo podemos encontrar en polvo, pastillas, cápsulas, aceite o caramelos.

Algunos de sus principales beneficios son:

Ser un gran aliado contra la gripe y los resfriados por sus propiedades antibióticas y expectorantes. Por ejemplo aliviando los molestos dolores de garganta, infecciones por bronquitis o tos.

Como protector gástrico, así que los problemas digestivos mejoran con su consumo.

Neutraliza el mal aliento.

Ayuda a eliminar las náuseas.

Mejora la circulación sanguínea.

Podría prevenirnos de problemas cardíacos y formación de coágulos.

Evita los calambres.

Disminuye las migrañas.

(entre otros grandes beneficios…).

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A continuación os dejamos un paso a paso de como preparar el té de jengibre, (es muy sencillo). Es recomendable beberlo en ayunas.

  1. Se ralla un trozo de la raíz de jengibre.
  2. Hervir el agua en un cazo. Cuando esté en el punto de ebullición añadir lo anteriormente rallado.
  3. Reducir el fuego y dejarlo reposar unos minutos.
  4. Colar lo sobrante y añadir un chorrito de limón.

También existe el té preparado directamente para tomar en algunos establecimientos.

Esperemos que disfrutéis de una mejor calidad de vida gracias a estos productos naturales, pero siempre hay que recordar que su uso ha de ser con consciencia y nunca ser el sustituto de un tratamiento médico.