Si existe un plan otoñal por excelencia, es salir a pasear y recoger castañas. Una pequeña escapada al aire libre siempre se agradece. Además, en estas fechas, los colores otoñales invitan al senderismo. Y es precisamente en esta época del año donde puedes aprovechar para recoger castañas en tus paseos exteriores.

Si eres más perezoso y el plan senderista no llama mucho la atención, siempre puedes acercarte a una frutería a comprar el producto de la temporada, las castañas. Este fruto tiene vida más allá del tradicional cucurucho de castañas asadas que venden los puestos ambulantes y que inundan la calle de ese olor delicioso.

En Más de cultura te damos un par de ideas para innovar en la cocina y darle vida a tus platos. Últimamente estamos cocinitas así que apunta ideas y vete directo a los fogones.

Crema de setas y castañas

Para esta crema solo necesitarás setas, champiñones, ajo, puerro, caldo de verduras, aceite de oliva y sal. Las castañas son obligatorias,  no hace falta ni mencionarlas.

Mientras pones las castañas al horno, cortas el ajo y el puerro y lo sofríes. Una vez hecho, añades las setas, los champiñones y las castañas. Rehogas la mezcla durante un par de minutos y lo cubres todo con caldo de verduras. Dejas todo a cocer y salpimentas. Si eres fan de las texturas muy cremosas, puedes añadir un chorro de nata. Si no, tu mezcla está lista para triturar. Un chorrito de oliva y a disfrutar.

Crema dulce de castañas

Después de una primera receta salada, vamos con una idea para aprovechar el sabor dulce del fruto. Los ingredientes que vamos a necesitar aquí son castañas, azúcar, manzana y agua.

El primer paso es cocer las castañas sin cáscara hasta que estén tiernas, unos 30 minutos aproximadamente. Una vez que estén cocidas, debemos triturarlas. En una olla, debemos añadir agua, azúcar (cantidad al gusto depende de tus ganas de dulce) y manzana pelada y rallada. Si quieres, puedes añadir un poco de canela para darle el toque. Removemos, añadimos las castañas cocidas trituradas y dejamos a fuego lento unos 40 minutos. Removemos y comprobamos la textura, si hay tropezones, podemos volver a pasar la batidora y si no, tenemos nuestra crema lista para meter en botes y disfrutarla como acompañante.