Si unimos la pasión por los pájaros y el gusto por el DIY podemos encontrar muchas conexiones, pero hay una que nos ha encandilado por los valores que contiene.

¿Pero ustedes han visto estos bonitos diseños? Son comederos para pájaros.

Propuestos por mentes curiosas y creativas, son todo un festín para las aves porque se trata de semillas aderezadas y unidas por mantequilla o crema de cacahuete. Sus bonitos colores y sus combinaciones provocan un precioso resultado visual. Y el objetivo final, que es alimentar a los pájaros, en ciertas épocas además tan necesario, se cumple. Pero con un añadido fantástico y es que conseguimos ver de cerca a esto huidizos animalitos que, ante esta delicia, dejan atrás su miedo para disfrutar a lo loco.

El mundo del comedero para pájaros y el DIY puede ser tan extenso y curioso como se nos ocurra. Se convierte en un plan durante un día del fin de semana, para realizar con niños, donde el entretenimiento está asegurado. Puede ser el colofón de un evento o una fiesta al aire libre que acabe con el espectáculo de aves sobrevolando nuestras cabezas…

Todo dependerá de cómo y dónde colocar los comederos. Pero al tratarse de un alimento que no pesa mucho y que se adhiere con facilidad los soportes pueden ser múltiples. Uno de los más utilizados son las propias piñas que encontramos en un bosque pero también puede prepararse sobre letras de cartón que pueden convertirse en una bienvenida, una felicitación o un “hasta pronto”.

Así que ya saben. A veces los planes al aire libre no tienen por qué ser muy complicados y en absoluto caros. Con algo de alpiste, mantequilla e imaginación para que el resultado sea pintón, pasamos con los niños una jornada amable.

Las experiencias que me cuentan son muy divertidas, nunca se ha dado el caso de que la cosa se haya ido de madre…porque a los que nos gusta el cine no se nos quita de la cabeza la historia de Hitchcok…y en ese caso casi que nos llevamos a los niños a ver una peli y tan tranquilamente…