¿Qué le ocurre a la coliflor? ¿Por qué es un alimento que está en la lista de “no me gustan” de mucha gente? ¿Será por su olor al cocer? ¿Por su textura cuando se pasa? No tengo ni idea, pero como defensora que soy de las causas perdidas, me he propuesto que tú que estás leyendo estas líneas, incluyas la coliflor en tu dieta.

No, no tuerzas el gesto. No me digas que a tu pareja no le gusta la coliflor y por eso no la coméis. No me vale la excusa de que la casa huele raro cuando la cocinas. Aquí te traigo tres recetas para disfrutar de la coliflor, sin darte cuenta.

Arroz de coliflor. Empezamos con una receta súper fácil. Tan fácil como lavar bien la coliflor, trocearla y rallarla. Si tienes un procesador de alimentos, será mejor y menos engorroso, sino con un rallador habitual también puedes hacerlo. Una vez rallado, la consistencia será parecida al arroz. Para cocinarlo puedes saltearla en la sartén con un poquito de aceite o cocerla con agua durante 5 minutos. Salpimentarla y acompañar como si fuera un arroz habitual: con verduras, 3 delicias, con soja, con tomate y huevo…

Pizza de coliflor. Bueno, mejor dicho, pizza con base de coliflor. En este caso, la masa la haremos de coliflor. ¿Cómo? El procedimiento es muy parecido al arroz. Cogemos la coliflor y la lavamos, troceamos y rallamos. Una vez tenga la consistencia de grano fino, la mezclamos en un bol con un huevo, sal y queso rallado. Lo mezclamos todo hasta que tenga una textura homogénea. Ya tenemos la base, que podemos extender en la bandeja del horno para hornearla durante 20 minutos, hasta que se dore. Una vez dorada, extenderemos los ingredientes que queramos: tomate triturado, pavo, quesos, distintos tipos de verduras, hierbas aromáticas… A tu gusto.

Coliflor al curry. Otra receta para hacer al horno, rápida y para todos los paladares. En este caso, lavamos la coliflor y la separamos en ramilletes. En un bol prepararemos una mezcla de aceite de oliva, curry, pimentón y soja (tú eliges lo sabrosa que quieres que sea). Lo batiremos hasta que tenga un aspecto homogéneo. En este bol iremos bañando los ramilletes de coliflor, hasta que estén completamente bañados en el líquido. Una vez impregnados, colocamos la coliflor en la bandeja del horno y lo cocinamos de 20 a 30 minutos, según la potencia del horno.

La próxima vez que vayas a la compra, echa una coliflor a tu cesta y verás las opciones que te permite esta verdura. Y si haces alguna de estas recetas, ¡cuéntanoslo!