Cuando eres de Haro (en La Rioja), uno de los días más importantes del año es la Batalla del Vino – de la que ya os hemos hablado en Más de Cultura. No es que todo gire en torno a esta fiesta, pero sí que es cierto que gran parte de la agenda de la ciudad está relacionada con ella. ¿Y a qué viene todo esto? Pues porque hoy os voy a hablar de lo que en mi mente tengo como las zapatillas para la batalla. No, no me he vuelto loca, pero sigue leyendo.

En La Rioja, además de vino y gastronomía, existe la industria del calzado, situada sobre todo en la Rioja Baja. Una industria con gran solera y empresas que llevan siglos fabricando zapatos que quien más quien menos ha calzado. Una de estas marcas son las zapatillas Victoria. Sí, las que en Haro se conocían hace años como las zapatillas para la batalla.

Pero detrás de esta marca de calzados hay una gran historia. En 1915, Gregorio quiso crear una zapatilla a la que le puso el nombre de su primer amor, Victoria, la mujer de su vida. Por eso desde Victoria hablan siempre del amor que han puesto a sus calzados y a su manera de trabajar. Por eso no nos extraña que su lema sea “porque el primer amor es para siempre”.

Y claro, desde 1915 mucho han cambiado las cosas. Niños y jóvenes han llevado estas zapatillas, dando incluso el salto internacional pero siempre manteniendo el mismo proceso de fabricación cuidada y artesanal. Porque pese a la expansión de las zapatillas Victoria, siguen teniendo la misma mentalidad tradicional y fabricado en España, con un catálogo lleno de clásicos renovados y de modelos vinculados con las nuevas tendencias.

Si estás buscando unas bambas para lucir esta primavera, las zapatillas Victoria son la mejor opción.