En el año 2000, en Copenhague, la ONG Stop the Violence inicia el proyecto de Bibliotecas humanas con el fin de disminuir la discriminación entre los jóvenes y promover la tolerancia. Habían detectado que la sociedad danesa empezaba a percibir la llegada de extranjeros como una invasión.

Estas bibliotecas tienen un catálogo igual que las tradicionales, sólo que en este caso es de personas e incluye temas a tratar.

Se sientan y comparten las historias durante media hora para quien quiera escucharlas o mantener una conversación sobre el tema.

Me viene a la mente que hace años conocí a una mujer que en un momento de su vida se presentó voluntaria para ir a hablar con otras mujeres que se encontraban encarceladas. Me contó que no sólo había aprendido mucho, sino que esa experiencia le había ayudado mucho a levantar el ánimo en un momento complicado de su vida.

También recuerdo una conversación que tuve con el mejor amigo que he tenido, aunque últimamente no nos veamos mucho. Me dijo que, siendo joven, había tenido un gatillazo y que, por suerte, había podido hablarlo con un amigo suyo que era más mayor y con el que tenía confianza y éste le quitó un gran peso de encima restándole importancia.

Hay conversaciones en la vida que es mejor tener con alguien que no sea de tu familia o de tu círculo de amigos íntimos. ¡Cuánto bien nos hubiera hecho a muchos poder hablar de esas cosas en un clima de tranquilidad y confianza!

Por último me vienen a la memoria dos personas muy cercanas y muy queridas por mí, una muerta y otra rehabilitada, a pesar de ser muy diferentes, los dos me comentaron su gran ilusión por poder transmitir a chavales más jóvenes los grandes problemas que acarrean sus adicciones.

En las bibliotecas humanas han charlado exdrogadictos, prostitutas, víctimas de violencia, gitanos, obesos, ex–combatientes de guerra, etc.

Este proyecto se realiza ya en más de 50 países del mundo.

Ya sabes, si tienes una historia que contar o te interesa escucharla, puedes apuntarte a alguna. Desde ayer, por ejemplo, hay una en Eibar (San Sebastián). Más información aquí.