Fraude es una gran obra de despedida de Orson Welles en la que habla del fraude en el arte y reflexiona sobre la originalidad. Su protagonista es Elmyr de Hory, el mayor falsificador de arte de toda la historia. Bueno, era el supuesto mayor falsificador de arte hasta la publicación del libro Desmontando a Elmyr, de Diego Feliu, periodista que ha trabajado en RNE, El Día y El Mundo de Baleares, medios en los que desveló innumerables casos de corrupción. Además ha vivido en República de El Congo y a su vuelta de África ha retomado sus trabajos de investigación y creado la web www.tablondenoticias.com. He tenido el placer de hablar con él para MDC. 

¿Cuánto has tardado en investigar y en escribir este revelador libro?

La narración la desarrollé mientras avanzaban mis investigaciones. Y lo he concluido porque he pensado que ya tenía elementos suficientes para cerrar mi tesis. He tardado dos años y medios, más o menos.

Desmontando a Elmyr (editorial Sloper) es metaliteratura, mezcla documentación y lo que escribes sobre ella. Sobre la marcha. ¿Este concepto lo tienes desde el principio?

Lo pensé porque, acumulando información, hice unos borradores y me resultaron demasiado espesos. Y las conclusiones era evidentes y muy rápidas. Me di cuenta de que así no iba a poder hacer un relato atractivo. Pero un día se encendió la bombilla y me dije: voy a narrarlo como si fuera una investigación periodística, que es lo que he hecho toda mi vida. Así que empecé la narración desde la primera información que me llegó.

¿Qué hubiese pensado Orson Welles de Desmontando a Elmyr?

Hubiera hecho una película con mi libro, se lo dijo a José Pascual. Las reveladoras cartas de las que hablo en el libro le interesaron para una nueva película. Cuando José Pasual le lleva las cartas le dicen que Welles ha fallecido.

Lo curioso es que Fraude es un encargo. François Reichenbach es el que tiene la idea de hacer el documental, no Orson Welles. De hecho es codirector, sin acreditar, de la película.

El escritor Miguel Dalmau lo comentó en la presentación del libro. Reichenbach ya había hecho una primera película de Elmyr. Welles estaba en la costa del Levante español, retirado. No hacía nada, a veces ponía su voz a anuncios. Con el material sobrante se le propuso hacer la película y protagonizarla. Producirla no creo, no tenía dinero.

Tampoco es una película cara, en nivel de producción de Fraude es bastante pobre. Cine de guerrilla.

Es más que nada es un trabajo de montaje.

Es una película muy joven para ser de un hombre mayor. Moderna.

Imagínate lo que supuso en el año 1973. Se estrenó en el festival de San Sebastián y había que ir a verla. Volvía Orson Welles. Luego Fraude te podía defraudar o no.

¿Y el propio Elmyr qué hubiese dicho de tu libro? ¿Lo hubiese negado todo?

No, hubiera dicho: “Chapó me has descubierto”.

¿Tú crees, hubiera llegado a reconocerlo? Pero si este hombre nunca dijo una verdad en su vida…

Sus orígenes son tan oscuros… Aunque he lanzado alguna elucubración o idea, es imposible saber nada sobre él. Desde que sale de Hungría decide no revelar nunca la verdad.

Y decide mutar todo el rato, cambiar constantemente de identidad. Elemer, Elemyr, Joseph Elementer… llegas a hablar de ¡hasta 20 identidades distintas!

Claro, se dedicaba a vender obras falsas, si le pillaban cambiaba de nombre. Así le perdían la pista. Empieza a cambiar cuando el ejército rojo entra en Hungría y tiene que salir por patas.

Y se inventa la muerte de sus padres de forma escabrosa. Su madre fusilada, una orfandad con Auschwitz de por medio…

Su madre vivió hasta el año 60 y no fue fusilada. Él usaba referencias de otros personajes que han aparecido en su vida, las asimilaba.

Una de tus primeras sospechas viene con que a Elmyr no se le ve pintar en Fraude.

No solo en la película, en casi todas las fotos y documentales en los que aparece Elmyr nuca se le ve ni diez minutos de trazos.

Y tampoco se ve estudio alguno.

Montaron un estudio de pintura para la película. Luego sí que tuvo uno a partir de 1970, uno pequeño. De hecho, cuando la policía hace el atestado dicen que hay una especie de estudio, pero Elmyr pintaba cuadritos y paisajitos mediocres.

Con la falsa amiga rica que le compra su primer cuadro falso por una cifra astronómica empieza toda la gran farsa y el personaje.

Lady Malcolm Campbell. No está demostrado ese suceso por nadie, no hay referencia alguna. Hay otra Lady Campblell, pero no tiene consistencia que le conociera y menos que le comprase un falso Picasso por muchísimo dinero.

Hablas también de algo tan serio como la mafia. Elmyr dice encontrar a su perrito ahorcado con el cartel “El próximo eres tú”. Pero no presentó denuncia. Todo muy extraño.

Fernand Legrôs y Réal Lessard, sus cómplices en las falsificaciones, no vivían en Ibiza. Elmyr era más asiduo en la isla. ¿Gente en el entorno de Legrôs y Lessard que le amenazasen? ¿Para qué? ¿Para revelar que él no era el gran falsificador, cosa que quería seguir siendo entonces?

Planteas bien su gran encrucijada: si confesaba que no falsificaba, se libraba de la cárcel… pero dejaba de ser el gran Elmyr, el mayor falsificador de la historia.

Claro, perdía el mito, él no quería eso de ninguna manera, prefería morir como el mayor falsificador de arte de la historia. Lo prefería a ir a Francia, sentarse en un banquillo y que las pruebas y el fiscal le dijeran que no era lo que se decía.

Es lo mejor del libro: me puedo salvar, pero prefiero morir a perder mi personaje para la historia.

Siempre amenazaba con suicidarse, tenía su coreografía. Puede que lo intentara antes y puede que estuviera afectado por su extradición para ser juzgado en Francia, pero Jordi Pau estuvo comiendo con él horas después de que le comunicaran por teléfono las malas noticias y no recuerda que estuviera muy afectado.

Ante la posibilidad de ir a la cárcel se suicida… y su amante, masculino, no le socorre.

Exacto, podría haberle quitado las pastilla porque en todo momento estuvo con él. Le había nombrado heredero cuatro días antes, había expresado su deseo de morir antes de que le pusiesen las esposas para ir a Francia. Creo que su amante quería ver cumplido el deseo de Elmyr de no viajar a Francia. Desde luego no le prestó ayuda. Salió de la casa sabiendo que había tomado las pastillas y regresó sabiendo lo que se iba a encontrar. Estaba moribundo. Y su amante no fue solo, buscó una amiga testigo por si acaso.

La tesis de Desmontando a Elmyr es que la gran falsificación de obras de arte no es de Elmyr, sino de una factoría de falsificadores. Él solo fue la fachada.

Legrôs tuvo muchos pintores. Entre ellos el famoso falsificador Erik el Belga. ¿Que alguno pinto Elmyr? Más de mil, como se ha dicho, jamás en la vida.

Denuncias que hay dos Elmyr colgados en la exposición permanente el Museo de arte contemporáneo Es Baluart de Palma. Un museo que vive de fondo públicos.

Son del fondo de Pedro Serra. Y encima jamás los pintó Elmyr. No tenia la técnica para pintar esos cuadros. Me dijeron en el museo que detrás estaba la firma de Elmyr. ¿Y? La firma es suya, pero no los cuadros. Y no hay nadie que sepa si eso es un Elmyr porque Elmyr pintaba cosas muy mediocres, flores y bodegones.

Suerte con tu revelador libro, que se venda mucho.

Muchas gracias.