Nos encontramos en una época de transición y se palpa en al ambiente. Aturdidos por la Guerra, las pandemias y el cambio climático, hay días en los que salir de casa supone un verdadero esfuerzo. Hoy más que nunca se hace casi obligatorio encontrar bibliografía que nos ayude a entender el proceso que estamos viviendo. Tenemos que remontarnos a épocas anteriores, como la de la generación Beat, para encontrar un punto histórico más o menos similar.

Allen Ginsberg fue, junto con Kerouac y Burroughs, una de las figuras más importantes de este movimiento. A través de la literatura denunció los problemas sociales a los que se enfrentó el mundo desde los años 50: la defensa de las libertades civiles, los derechos LGTBIQ+, la libertad sexual, la Guerra de Vietnam… Tampoco parece que haya mucha diferencia de un tiempo a esta parte.

Entre sus referentes encontramos las lecturas de Walt Whitman o El poeta de Nueva York lorquiano. Con su poesía, lideró el movimiento hippy de los años sesenta y conquistó los corazones de artistas como Patti Smith o Bob Dylan. Alzó la voz de los marginados y fue censurado en 1956 por su obra Aullido en la que, lejos de la frialdad académica, denunciaba el poder destructor del capitalismo norteamericano.

Ginsberg vivió una juventud marcada por la transformación, por el cambio de una era y declive de un sistema económico que había sido muy fructífero años atrás, después de la Segunda Guerra Mundial. El consumismo desmedido, las grandes corporaciones y clima de la Guerra Fría, le convirtieron en el perfecto enemigo del estado. Tras un breve estado de experimentación con las drogas, Allen Ginsberg descubrió un fuerte interés por el Budismo y las religiones orientales. Este elemento se convirtió en el eje central de sus reflexiones y por lo tanto, de su poesía. Pasó ocho meses en un hospital psiquiátrico y tuvo una revelación, la visión del poeta William Blake con un ejemplar del Bhagavadgītā, uno de los textos sagrados más importantes del hinduismo.

Esto hizo que años más tarde, decidiera recorrer durante dos años la India junto al que fue su pareja sentimental durante cuarenta años, Peter Orlovsky. Ambos protagonizaron una de las fotografías más icónicas de la generación Beat. El fotógrafo Richard Avedon les retrató desnudos como pareja a modo de denuncia social. Fue la fotografía que «sacó del armario» a Estados Unidos en 1963.

*Fotografía de portada: Wikimedia Commons