Querer, que te quieran, es toda una experiencia, querer bien es todo un entrenamiento digno de estudio. Es uno de los pilares sobre los que se erige el libro Maneras de Amar de Amir Levine y Rachel Heller. Su subtítulo deja clara la intencionalidad de este particular manual: “La Nueva Ciencia Del Apego Adulto”.

Y es que Maneras de amar se está convirtiendo en uno de los libros más recomendados por los psicólogos y uno de los títulos que todo experto en el campo de las relaciones de pareja debe tener en cuenta.

¿Qué es el apego adulto?

Maneras de amar se fundamenta en el concepto del apego adulto, uno de los apegos más tempranos que configuran parte de nuestra personalidad. Así, en su texto se pretende describir cómo nos relacionamos durante la vida adulta y cómo esta manera de relacionarnos puede influir en nuestra capacidad de amar y ser amados.

En sus páginas encontramos un recorrido por los dos principales tipos de apegos inseguros: el apego ansioso y el apego evitativo. Lo curioso es descubrir también lo que sucede cuando estos dos tipos de apego se juntan en dos personas que posean cada una uno de los dos.

Se trata de un manual sencillo, esquemático y muy explicativo de los conceptos que giran en torno al amor en la etapa adulta. Muy utilizado por psicólogos para el tiempo de terapias relacionadas con las rupturas o las crisis sentimentales. Lo más poderoso, que el lector entiende por fin que lo que siente tiene un nombre y se puede analizar de manera coherente.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, algunos expertos consideran que el manual se centra demasiado en las personas dependientes emocionalmente y desatiende, en cierta manera, a las personas con apegos evitativos, es por esto que la lectura debe ser coherente con la situación personal y quizá por ello se trata de un libro recomendado para un sector de la población más cercano a los apegos ansiosos que a lo contrario.

Desmontando mitos

El neurólogo y psiquiatra Amir Levin y la psicóloga social Rachel Heller pretendían desmontar con este libro el mito de las «mujeres que aman demasiado» y, para ello, se sirven de datos contrastados o ejemplos, que evidencian que la necesidad de sentirnos seguros junto a otra persona no se trata de un “defecto” sino más bien una característica innata y perteneciente a nuestra genética.

Según ellos, el ser humano está biológicamente programado para depender de otras personas igual que un niño depende de su madre. Un argumento que, a su vez, se basa en las teorías y estudios del psicólogo John Bowlby, que fue el primero en definir la necesidad de apego para un correcto desarrollo en la infancia. De ahí es de donde extraen los dos autores las tres clases de apego: seguro, ansioso y evitador.

El objetivo: Averiguar qué tipo de apego domina nuestras relaciones y transformarlo en uno seguro y estable para permitirnos entablar vínculos sanos y satisfactorios. Una lectura ligerita para el verano.