Llega la Navidad y, con las fiestas y las idas y venidas, se hace necesario, un año más, recordar a los conductores que la seguridad al volante es lo primero. Por eso, a nadie le sorprende ver, en estas fechas, una nueva campaña de seguridad de la Dirección General de Tráfico, como si se tratara del tradicional anuncio de la Lotería o de las burbujas doradas de Freixenet.

Sin embargo, no todos saben que la DGT lleva ya 48 años realizando esta labor de prevención, ni lo curioso que resulta analizar la evolución de los diferentes spots a lo largo de las décadas.

La primera campaña se lanzó en 1964 con un tono de seriedad y un eslogan a modo de advertencia: “Atención a todos y a todo”. Sin embargo, en la mayor parte de los spots posteriores en esta década, dicho tono se suaviza e incluso humoriza notablemente, utilizando de fondo una melodía alegre y cómica y haciendo uso, en gran cantidad de ocasiones, de los dibujos animados para transmitir sus mensajes didácticos. Es en 1968 cuando se va a adoptar un carácter más dramático, haciendo uso de la recreación de un accidente y de una metáfora sobre la muerte en la carretera. En general, los mensajes en este período se centran en la divulgación y formación ciudadana y no sólo van dirigidos a los conductores, como pasará más tarde, sino también a los peatones.

Durante los 70 se presta más atención al alcohol y primeros riesgos. La diferencia en la banda sonora utilizada es muy clara, tratándose ahora de melodías y efectos sonoros que transmiten la tensión propia de las situaciones de peligro. En 1977, la campaña se centra en el peligro del consumo de alcohol y vuelve el formato de dibujos animados (aunque en un tono menos cómico) y, en 1978, se lanza por primera vez un spot más progre con una mujer como ejemplo de buena conducción.

Al comienzo de la década de los 80, centrada en el ocio y la prudencia en la carretera, es clara la influencia del cine de destape, con una campaña que muestra a un hombre y una mujer en la playa y el eslogan: “El casco, única prenda obligatoria”. Se recupera también el tono optimista y la música alegre, centrándose más en las consecuencias positivas de la buena conducción que en los efectos nefastos de una conducción imprudente, siendo sólo una excepción la campaña “Extreme su prudencia” (1983), que podría considerarse adelantada a su tiempo y una predecesora de los anuncios emitidos a partir de los 90.

Es en los 90 cuando comienza a hacerse uso de imágenes de impacto. Hasta este momento, los personajes eran peatones y conductores idílicos que en nada se correspondían con las personas reales. Ahora, sobre todo a partir de 1991 con la campaña “Las imprudencias se pagan”, los anuncios presentan escenas de drama por las que cualquiera de nosotros podría pasar e incluso, en 1994, casos reales. Así, se consigue calar más hondo en los espectadores. Destaca también el uso de personajes famosos para atraer la atención del público, sobre todo en 1998 con la campaña “Vive”.

A partir del año 2000 los mensajes van a centrarse en recrear escenas bastante drásticas y ofrecer cifras, quizá debido a la insensibilidad adquirida por un público cada vez más audiovisual y habituado a escenas explícitas de violencia. El uso de las emociones es cada vez más frecuente, alcanzando su punto álgido a partir de 2007 y ganándole prácticamente todo el terreno a las imágenes de impacto durante los últimos años. Aunque los anuncios pretenden transmitir que las situaciones que representan no se alejan de las reales, es la campaña de 2008 la que realmente lo consigue, dejando claro al espectador que, si bien los personajes son actores, no lo son las víctimas de la carretera que sufren exactamente las mismas situaciones.

En esta web, realizada hace algunos años entre la DGT y el diario El País, podéis ver los anuncios más destacados emitidos en Televisión desde el 64 hasta el 2008: https://www.elpais.com/especial/videos-dgt/

Y ahora un planteamiento: Aunque la campaña anterior de la DGT “A tu lado vamos todos”, lanzada el pasado 4 de diciembre, ya se complementa con piezas en internet, ¿para cuando una campaña 2.0, haciendo uso de todo el poder de las redes sociales?

Sea como sea, ya sabéis, esta Navidad, no os la juguéis en la carretera.