– Venga Pablo – dijo ella – dime que es lo que más te gusta de mí…

Tras pensarlo un rato, Pablo soltó su célebre “me gustas cuando callas, porque estás como ausente”. No sabemos si a Neruda le soltaron un bofetón por su ocurrencia, o si su amada y musa cayó en sus brazos, lo que sí es cierto es que se forjó una de las frases más célebres de la literatura universal.

¿Qué queremos decir con esto? Que hay cosas que nos gustan escuchar, y otras que no. Lo mismo ocurre en las redes sociales… En las redes sociales queremos enamorar a nuestra audiencia, por ello hay que saber que existen contenidos que son más atractivos que otros, hablando como profesionales, pero sobre todo desde la perspectiva del usuario.

No es que sea una primera cita eterna en la que sólo digamos nuestras bondades, pero sí es mejor saber qué podemos decir y qué mejor nos lo ahorramos si no queremos ver cómo disminuye nuestro número de followers. Podemos decir que hay mensajes que sí, y mensajes que no.

– Las fotos nos gustan. Somos animales visuales, por eso también nos gustan los vídeos. En las fotos tenemos que llegar a un punto intermedio entre humor, personalidad, viralidad… Es complicado, pero hay que pensar en qué es lo que les gustaría ver a nuestros usuarios.

Positividad… Sí, pero sin pasarse. ¿Te acuerdas del personaje de Alec Baldwin en Friends? Su positividad y entusiasmo hizo sacar el mal genio a la mismísima Phoebe. Que sea lunes no mola, nunca, jamás.

-Mostrar que hay personas detrás de la marca. En ocasiones hablamos de la marca que representamos en tercera persona, como un ente impersonal. Todo muy profesional y un poco aburrido para tus seguidores. Mucho más efectivo es darle la vuelta y hablar de las personas que forman ese grupo.

– En relación con el punto anterior, deja de mirarte el ombligo. Habla de lo que te rodea, de las cosas que pueden preocupar, sé social, comparte. Recuerda que lo compartido, bien sabe.

– Pero no olvides que si tus usuarios te siguen es porque también quieren saber de ti. Dales razones para que sigan a tu lado. Crea listas, cuenta trucos y consejos, que tus publicaciones sirvan para algo. Demuestra la pasión que sientes por tu sector, así ellos podrán ver tu profesionalidad también. No olvides rellenar la sección de “Información” ni tu Biografía.

– Crea tu propia voz. Es decir, la marca tiene que seguir un mismo tono, una misma manera de comunicar. No es que haya que decir siempre lo mismo, sino que hay que comunicarse de la misma manera. Por ejemplo, los usuarios no tienen que notar que son distintas personas las que actualizan los estados. Piensa en esa persona que es una veleta y que cada día se comporta de una manera distinta… esto confunde.

– No caigas en el “ya te llamaré”. No hay cosa peor que esta socorrida frase. En las redes sociales un silencio es un vacío, que puede convertirse en un malestar mayor. Pueden pasar dos cosas, que un usuario haga una pregunta y desde la marca no se conteste la duda…mal empezamos. Pero también existe otra vertiente del “ya te llamaré”, es esa empresa que aterriza en las redes sociales con muchas ganas y publica, y publica y sigue actualizando, y más, y de repente un día… el silencio. Ni tanto ni tan poco.

– Las historias enganchan, es así. Una anécdota, un momento gracioso o un relato sobre algo más o menos relacionado con tu negocio, llega a la gente. Igual que somos incapaces de olvidar las historias que nos contaron amigos hace tiempo, pasa parecido en las redes sociales. Las narraciones son la mejor manera de llegar a la memoria.

– Y sin aunque parezca mentira tener que decirlo… utiliza el sentido común. Hay temas complicados en los que mejor no posicionarse. Sí, el fútbol, política o religión hacen que la gente hable, pero ¿merece la pena meterse en esos berenjenales? No buscamos la polémica, buscamos el entendimiento.

Al fin y al cabo las redes sociales se basan en entablar relaciones con las distintas personas que forman tu público objetivo. Los valores y maneras son las mismas que cuando queremos conocer a alguien, lo que cambian son las herramientas que tenemos a nuestra disposición. Por lo que toca sacar la mejor de nosotros mismos y mostrar nuestra sonrisa.