Año 2015, Piper Chapman, un personaje de la aclamada serie Orange is the new black nos desvela el negocio de las bragas usadas en la tercera temporada. Un sistema de subsistencia con que el que monta un pequeño imperio para sobrevivir entre rejas. Una manera de financiarse la estancia que pertenece a la ficción ¿o no? ¿no están acaso las historias de la ficción basadas en hechos reales? ¿o son las ficciones las que provocan el salto de la ficción a la realidad? Ya lo decía Aristóteles: «más vale un verosímil imposible, que un posible inverosímil». El negocio de las bragas usadas, es una realidad, y esta vez no es solo cosa de Estados Unidos.

Comprar y vender bragas usadas

En España, uno puede sacarle rentabilidad a esa ropa interior que adquiere a bajo precio en un mercadillo, añadiéndole «algo más personal». Páginas web como Secret Panties, en las que el usuario decide si registrarse como comprador o como vendedor, uno puede ir añadiendo a su carrito de la compra todo tipo de lencería usada: medias, culotes…incluso tacones usados.  Los creadores de la página hasta se han tomado la molestia de añadir una descripción exhaustiva por cada vendedora. ¿El precio de cada artículo? Las cifras rondan entre los 30 y los 60 €, pero en la mayoría de las web, la plataforma se queda con un tanto por ciento de la venta de bragas usadas, incluso hay consejos para ser un buen vendedor: «Lo primero es encontrar un sobre de burbujas para meter la prenda. Dobla la prenda bien y envuélvela en papel film o una bolsita hermética.Conservará su aroma».

Aunque esa es la página líder para el público hispano, también existen otras versiones en español para comprar bragas usadas como ComprarBragasUsadas.es. Sin embargo, estas otras están enfocadas de una manera más clara a buscar el erotismo y se acercan más a la pornografía.

Pero no se vayan ustedes a creer que esto lo inventó la serie norteamericana, los japoneses ya encontraron un negocio en esto mucho antes que el mundo occidental. De hecho, a la compraventa de bragas usadas en el Japón se le conoce como: burusera, que es un tipo de tienda que existe en Japón desde los años 80 donde las mujeres jóvenes venden su lencería usada. Así, «Buru» significa bragas y «sera» significa «seller». El producto estrella, el de las colegialas con, incluso, máquinas expendedoras que aceleran el servicio (vamos, las nuevas tecnologías haciendo lo suyo).

Además de las páginas elaboradas y creadas para tales fines, es un negocio que también se puede encontrar fácilmente en otras webs de compraventa como Wallapop, Vibbo o Milanuncios. Es cierto que la gran mayoría de compradores son hombres y, por consiguiente, el número de vendedoras mayoritario, mujeres, pero es cierto que a través de las redes sociales también se venden calcetines entre el público gay… pero eso lo dejamos para otra ocasión.

Por aprovechar que al inicio de este post hemos citado a un gran pensador griego y ellos fueron los precursores del debate: ¿prostitución, pornografía o idea de negocio? Juzguen ustedes mismos…