Cada vez son más y más los soportes dedicados a la publicidad. En España, el verano pasado se empezaron a utilizar las cuentas de los famosos en Twitter o Facebook (Instagram en menos medida) para publicitar productos, eventos o marcas formando parte de su vida privada.

El pasado mes de Mayo, Iker Casillas, @CasillasWorld con 1,62 millones de seguidores, publicó «Ummm que ricas, claro que sí, son mis favoritas!! 😉 #SomosFutbol y enlazado a la cuenta oficial de la marca de patatas Lay´s. Unos mese antes, Miguel Ángel Silvestre, con 309.000 seguidores, lanzó varios lunes en su cuenta de Twitter e Instagram fotos y videos de las cenas que se preparaba para ver la serie Velvet, en las que siempre había ensalada de la marca Florette, cuya bolsa aparecía sutilmente en uno de sus videos.

En el caso del portero madridista la publicidad es explícita, tiene además un contrato con la marca de aperitivos para este verano relacionado con el mundial, al contrario que Miguel Ángel Silvestre, cuya publicidad es más sutil. Este tipo de publicidad llegó a España hace un par de años, pero últimamente se ha intensificado, incluyendo algo más que unos cuantos tweets. Anuncios, eventos…

El quién busca a quién ha cambiado, antes eran los anunciantes los que buscaban al personaje famoso para la publicidad. Ahora es al contrario, los famosos buscan este tipo de publicidad de forma proactiva.

No era nuevo eso de ver personajes famosos representando marcas. La historia de la publicidad está plagada de grandes nombres, Marilyn Monroe usaba Chanel Nº5, y el pasado Noviembre la marca la recuperó para una campaña.

Al principio, se utilizaban cuentas influyentes en internet como amplificadores en las redes sociales, después se han hecho eco influyentes offline, que han pasado a ser online, como Iniesta o Alejandro Sanz, que ahora tienen gran poder de convicción en la redes, y por lo tanto, una supuesta gran rentabilidad.

Según el caché, unos 3.000 euros suele ser la media aproximada por un paquete de tweets, que acuerdan la empresa y el personaje para publicar en un momento determinado. Esos 3.000 euros aumentan cuando son personajes muy cotizados como deportistas de élite (Rafa Nadal, Iker Casillas…)

A pesar de no haber leyes específicas para el marketing en redes sociales, se aplican las existentes: la ley General de Publicidad, la de Comercio Electrónico y la de Competencia Desleal, que exige que la publicidad sea “claramente especificada en el contenido e identificables para el usuario».

Con la crisis, el número de eventos de marca disminuyeron, y por lo tanto, la presencia de los famosos, por lo que empieza a ver las redes sociales como una nueva fuente de financiación.