Parodiando a Kim Kardashian, representándonos a todos ante el confinamiento, buscando la identificación colectiva a través del humor, sacándonos una sonrisa. A todo eso se dedica la cómica Marta Martínez bajo el seudónimo de Martita de Graná en redes sociales. Esta crisis ha interrumpido sus espectáculos y monólogos en los escenarios, pero no por eso ha dejado el optimismo y cada vez se hace más popular por sus vídeos.

Hablamos con la artista de sus inquietudes y su perspectiva sobre todo lo que está pasando. Que lo que más echa de menos es el bar con amigos nos lo imaginábamos, sin embargo, también hablamos de la primera comedia que consumió y la que le dio la inspiración.

Estudiaste Magisterio. Has trabajado dando clases y hasta de camarera…

Bueno, he trabajado de mil cosas, la verdad. Antes de empezar con todo esto, estudié Magisterio y he estado trabajando de maestra en colegios. Tengo estudios, aunque no lo parezca (risas).

Cuidado que para hacer humor hace falta ser inteligente, eso es así.

Es verdad, tampoco me voy a quitar mérito.

¿Cómo es ese momento en el que te plantas por primera vez encima de un escenario a hacer tu primer monólogo?

Lo recuerdo perfectamente. Fue en Mancha Real en Jaén. Además lo pasé como el culo porque tenía pánico escénico. Fue un paso en mi vida. Tuve que hacer cursos y todo. Me costó muchísimo, el primero fue regular y luego vas mejorando cuando coges tablas, básicamente.

Es muy diferente enfrentarte a hacer un vídeo que grabas en tu casa a, de repente, ponerte enfrente del público ¿no?

Claro, es totalmente diferente. En los vídeos puedo hacer las tomas que quiera, recortar… luego ves reflejada la opinión de la gente en los comentarios. Pero cuando estás en el escenario, que es una técnica totalmente diferente, humor en directo, si gustas, gustas y sino no, por eso cuesta mucho.

Hay que ir cogiendo tablas. Para el que se quiera animar. Luego cuando aprendes la profesión es super bonito y no hay que tenerle miedo.

¿Tienen relación tus monólogos con los temas de los vídeos?

Yo siempre he dicho que las redes sociales para mi son una herramienta. A parte de que la gente me conozca, es como la prueba para ver la reacción que tiene el público. Si subes un vídeo que es bueno y llega a la gente luego puedes, aunque sea de manera diferente, utilizar ese mismo tema o ciertas expresiones. Llevarlo al directo.

Se parece pero, por ejemplo, en el monólogo de la gira que estoy haciendo nada de lo que sale es contenido que se ha dicho en los vídeos. Que no se crea la gente que van a venir a ver lo mismo que ven en los vídeos.

Después de este mazazo para la cultura ¿Crees que la gente seguirá valorando igualmente las artes escénicas o se habrá acostumbrado a lo online?

Lo que más me preocupa a mi es cuándo será ese momento en el que la gente vuelva a llenar un teatro. Esa es mi preocupación ahora.

Pero creo que nunca es lo mismo. Es como si ves un concierto en directo en la tele, no es lo mismo que vivirlo en directo. El contagio de la risa de la gente, el estar rodeada de gente y reír todos juntos. Yo creo que seguirán valorándolo. Eso espero, por lo menos, porque si no me voy a quedar sin trabajo…

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Sin preverlo, el tema del coronavirus da mucho contenido pero ya eras activa antes ¿Qué temas son los que te dan más juego a ti?

Considero que si estoy triunfando es porque soy una persona que hablo de las cosas cotidianas que nos pasan de la forma más natural posible, sin pelos en la lengua. Eso es lo que llevo haciendo desde el principio. Por eso creo que me va bien.

Entonces, al final es eso, hablar de esos temas. Por ejemplo, en el directo hablo de temas muy controvertidos como el sexo, la masturbación…. Son cosas con las que la gente se siente identificada. Creo que eso es lo más importante.

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Videollamadas #yomequedoencasa

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Me hace gracia porque siempre te definen como cómica pero luego te pegan también la etiqueta de influencer. Tú que has estudiado Magisterio ¿Te consideras influencer?

Es que hemos considerado que una persona que influencia es la gente que sale haciendo vídeos o cosas en Internet. Yo creo que influencers somos todos desde pequeños. Mi madre era influencer para mi. Nos ha influenciado a mi y a mi padre toda la vida.

Pero es verdad que hay gente que directamente en el artículo pone «influencer» y es como: «no, es mi herramienta pero yo con el dinero que como es con el que hago haciendo comedia». Bueno, no es que me moleste. Me gustaría que me dijeran solo cómica pero bueno, influencer ahí queda. Si es de manera positiva, pues genial.

Ahora es más fácil llegar al público porque la cultura del meme está ya muy asentada. En tu caso, ¿Recuerdas esos primeros memes o vídeos que consumiste?

Bueno, la moda de tanto vídeo creo que no hace tanto que empezó. Por lo menos aquí en España. Pero sí es verdad que recuerdo desde pequeña ver los sketches de Muchachada Nui. Museo Coconut y todos estos que son los que creo que me dieron un poco la idea. Me encantan ellos y es un humor absurdo a veces como el mío que estás diciendo algo pero realmente no dicen nada y yo me meo. Es lo que más recuerdo.

Cuando no estás dedicándote a la comedia, ¿Qué te gusta hacer? 

Ahora por ejemplo estoy echando mucho de menos el simple hecho de irme con mi madre. Quedaba todos los días a las 7 o a las 8 de la tarde en un bar que hay aquí al lado con mis amigas a bebernos una cerveza y a reírnos, cantar, hacer el tonto… eso es lo que más echo de menos.

Pero al final antes hacía lo mismo que ahora, menos eso. Porque la cervezas me las bebo en mi casa. Todo el día lo dedicaba a pensar en contenido para subir a redes sociales y los fines de semana con los bolos.

Porque, por ejemplo, leer no me gusta mucho. Me gusta bailar. El no parar.

Nos gusta descubrir talento pero también que nos lo recomienden. ¿Alguien en mente? 

Pues, por ejemplo, a un grupo que aunque se conoce, creo que tiene mucho mérito y debería conocerse más: Fuel Fandango. Son maravillosos. Además, los conozco personalmente y son grandes personas y me encantan. Una cordobesa y un canario. Son geniales.

¿Más de cultura y menos de qué?

¿Amarillismo? Menos de meterse en la vida de los demás. Eso diría yo.