Tal día como hoy, un 9 de mayo de 1950 en París, Robert Schuman, Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno francés, proclamó un discurso en el que abogaba por un compromiso de paz y recuperación entre los diferentes países europeos devastados, entonces, por la aún reciente Segunda Guerra Mundial.

Esta Declaración de Schuman fue el germen de un continente que, podemos decir, coexiste básicamente unido, independientemente de Tratados firmados o diferencias irreconciliables.

En los continentes como en el amor pasan estas cosas: existen compromisos aunque también diferencias entre las partes y declaraciones…muchas declaraciones, unas firmadas, otras no…

Por tanto, qué mejor manera de celebrar este Día de Europa recorriendo ciertos rincones del viejo continente donde se han desarrollado grandes historias de amor.

  1. Verona.

Aquí fue donde Shakespeare situó la inolvidable historia de amor de Romeo y Julieta. Verona, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, celebra cada año su Festival Verona in love. La Plaza dei Signori, que se ve en la fotografía, muestra un corazón franqueado por puestos que componen un mercadillo, mientras el centro se dedica a diversas representaciones: poesía, teatro, conciertos… todo en nombre del amor. Como reza su slogan: «Si amas a alguien, tráelo a Verona».

2. Teruel.

Claro, nosotros también tenemos nuestra propia historia de amor rotundo. Los amantes de Teruel. Juan e Isabel, enamorados hasta la médula, de distinta clase social, siglo XIII en España. ¿Cómo podía acabar aquello?. Ahí están, en un mausoleo visitable donde las estatuas que les representan tienen cogidas sus manos. También se lleva a cabo una celebración anual donde, dicen, los repiques de los tambores que recorren las calles, quieren imitar el latido de sus corazones.

3. Transilvania.

Si hablamos de esta preciosa ciudad y hablamos de amor, estamos hablando de Drácula. En nuestro imaginario novelas, películas de todos los tiempos, actores encarnados en el mítico conde… Pero si hay una frase que podemos aupar al podium de la más romántica de todos los tiempos, es la incorporada por Coppola: «He cruzado océanos de tiempo para encontrarte». Y sí, existe el Castillo de Drácula, construido en los 80, en el lugar imaginado por Bram Stoker, no le falta detalle: todo el rojo necesario para crear ambiente y unas escaleras ruidosas que van a dar al féretro del más famoso vampiro de todos los tiempos.

4. Elsinor, Dinamarca.

Volvemos con Shakespeare, esta vez con Hamlet. En el Castillo de Kronborg de Elsinor o Helsingor, se desarrollaba la tragedia con trasfondo de historia de amor entre Hamlet y Ophelia. Esta ciudad cercada por bosques y playas no sólo guarda una de las grandes historias de todos los tiempos, también es el lugar donde se encuentra el Museo de Karen Blixen. Ni que decir tiene que si había un motivo para visitar Elsinor, sabiendo esto, ya tenemos dos.

5. Alcobaça, Portugal.

El monasterio de esta bonita ciudad portuguesa está considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en él están enterrados los restos de Pedro I e Inés de Castro. Enorme historia de amor entre un futuro rey y la doncella de su segunda esposa. Cuando la esposa de Pedro I murió, él no dudó en  casarse con Inés, a pesar del escándalo que una decisión de esta envergadura conllevaba en el siglo XIV. Escándalo que acabó en tragedia cuando Inés fue asesinada por orden del soberano Alfonso IV, padre de Pedro. Dice la leyenda que cuando Pedro I fue coronado mandó desenterrar a Inés para que fuera también reconocida como reina, besamanos incluido por parte de los súbditos…Sea como fuere lo que sí ha quedado constancia han sido las tumbas que el monarca ordenó construir en el Monasterio de Alcobaça, colocadas de modo que ambos se tocaran los pies. Esa era la manera de conseguir que, una vez resucitados, lo primero que vieran fuera el rostro del otro.

¿Qué tal este recorrido por Europa? Podríamos hablar de Londres, Atenas, Madrid, Berlín, Roma…pero a veces las grandes historias ocurren en lugares más recónditos y hoy que es el Día de Europa, merece la pena saberlo.