Fisherman Beanie, gorro docker o simplemente gorro de modernx, así es como se ha popularizado este complemento que tiene una historia más antigua que la tos. A los fans de Wes Anderson quizás os traiga recuerdos en su versión de color rojo. Se trata del modelo que llevaba Steve Zissou y su tripulación en la no tan famosa Life Aquatic. Este personaje ficticio, interpretado por Bill Murray, estaba basado en uno real, el oceanógrafo Jaques Cousteau, que también utilizaba esta misma prenda como fondo de armario.

Esta referencia al mar, tanto del personaje real como del ficticio no es aleatoria, ya que es allí donde nos vamos a sumergir para entender su historia. Nos remontamos a los siglos XVIII y XIX, cuando la industrialización y los barcos de vapor vivieron su punto álgido. Para poder cargar y descargar las mercancías que llegaban a puerto, aparecieron los dockers o estibadores, una figura necesaria para agilizar los procesos. Como su trabajo era indispensable hiciera el clima que hiciera, adoptaron una prenda típica de los marineros, que ya estaban acostumbrados a condiciones atmosféricas adversas: el Fisherman Beanie.

Un aspecto curioso es el material del que estaba hecho este gorro originalmente y que a día de hoy encontramos de muchas formas. La lana, por aquel entonces, era utilizada y estaba muy extendida entre los marineros noruegos, porque a diferencia de lo que podamos pensar, mantiene sus características aislantes incluso estando mojada. Y por aquellos años no existía el neopreno. Las mujeres nórdicas, tejían este tipo de gorros con un nudo muy apretado para que aislara lo máximo posible, sus maridos no contrajeran una neumonía y volvieran a casa sanos.

Al pisar tierra firme entre los dockers, el Fisherman Beanie comenzó a popularizarse y se convirtió en un icono de la profesión. También de los ladrones que se hacían pasar por estibadores para robar el cargamento, que al parecer no fueron pocos. Esta fama negativa fue superando a la moda y la prenda quedó relegada a la representación de los cacos en cómics e historietas.

Fue ya en el siglo XX, cuando Hollywood consiguió que el Fisherman Beanie volviera a los vestuarios de todo el mundo. Actores como Steve McQueen, que antes de su estrellato había estado alistado en la Marina, popularizaron de nuevo el uso de esta prenda. Lástima que McQueen muriera justamente por la inhalación del amianto que había en la ropa que utilizaba para limpiar los buques. También os vendrá a la cabeza la imagen de Jack Nicholson en Alguien voló sobre el nido del cuco, que además de en la película, su imagen con el gorro docker se puede ver en el cartel.

Desde entonces el Fisherman Beanie ha tenido sus idas y venidas en la moda. Y como todo, a día de hoy su fama se compone en parte por su historia. Aunque pensemos que se trata de una prenda «de modernxs», este accesorio no deja de ser un gorro que resguardaba del frío y la humedad y que los marineros decidieron remangarse para escucharse entre ellos.

 

*Fotografía de portada: Life Aquatic (Wes Anderson), IMDB