Cuando pensábamos que con Marie Kondo habíamos descubierto la panacea en el mundo del orden y la limpieza, ha llegado a nuestros oídos un nuevo ritual de limpieza: el método Osoji. Se trata de un rito japonés que promete poner orden a nuestra vida. Una limpieza espiritual y material que te ayudará a dejar atrás lastres y reactivará tu energía. Te contamos en qué consiste.

El orden y la limpieza ofrecen una sensación de calma y tranquilidad. No es lo mismo trabajar en un lugar caótico que en uno organizado y tampoco es lo mismo vivir en una leonera que en un espacio ordenado. Por las mañanas lo compruebas rápidamente, haces la cama y parece que tu habitación (y tu vida) están encaminadas ese día.

En este mundo de organización, hemos descubierto el método japonés Osoji. Un ritual de limpieza y depuración para poner en orden tu vida. Osoji significa gran limpieza. El objetivo es liberar espacio, saldar cuentas pendientes y dar la bienvenida a lo nuevo que está por llegar.

¿Por dónde empezamos?

El método Osoji es una limpieza a fondo que afectará a varios aspectos de tu vida. No consiste solo en limpiar el polvo sino en hacer una depuración a todos los niveles. Para poner en marcha el método Osoji tienes que organizar los productos y materiales que necesitarás para hacer la gran limpieza. Desde un limpiasuelos a bolsas y cajas en las que deshacerte de todo aquello que no usas.

Es importante que prestes atención a cada estancia de tu casa. Dedícale tiempo a limpiar y organizar cada habitación. El método Osoji suele priorizar empezar por lo alto. Limpia los techos, quítale el polvo a tu lámparas y vete bajando niveles hasta llegar al suelo. No te olvides del interior de los armarios y cajones y tira todo lo que no usas.

La ropa que no te pones, los papeles que llevan acumulados en la encimera meses… El Osoji se centra en todos los rincones de tu casa. Este método funciona como una especie de terapia para ser consciente de lo que tienes, darte cuenta de lo que no necesitas, liberar espacio y dejar hueco para todo lo nuevo que venga.

Paga las facturas pendientes, haz los recados que llevas tiempo atrasando, arregla los desperfectos de tu casa y libérate de hábitos insanos y relaciones tóxicas. La depuración tiene que ser completa. Todo lo que está pendiente de terminar debería llevarse a cabo en el Osoji para activar un reseteo.

Aunque la cultura nipona asocia el Osoji al último o primer mes del año para empezar el nuevo ciclo con la energía renovada, nunca es mal momento para ponerse. En Más de Cultura prometemos empezar la primavera con los chacras limpios y alienados gracias a esta técnica.