Ramón Gómez de la Serna hubiese sido un twitero maravilloso.

Ala… ya lo he dicho. Es más, creo que alguien tenía que decirlo. Ramón Gómez de la Serna es uno de esas personas a las que no se las pueden definir con una sola palabra. Escritor y periodista, pero sobre todo creador. A él es a quién debemos las maravillosas greguerías.

Pero, ¿qué son las greguerías? Se puede decir que son textos breves que expresan con agudeza y creatividad pensamientos filosóficos, humorísticos, líricos o de cualquier otro tema… Vamos, como nuestros tweets.

Si sumamos humor y metáfora, decía el bueno de Ramón, tenemos una greguería, siempre y cuando de esa sentencia nos encontramos con una sorpresa entre la realidad y el pensamiento. Una genialidad que en estos momentos haríamos RT y le daría un montón de seguidores o followers, incluso le convertirían en Trending Topic con sus #Greguerías.

Él escribió multitud de ellas y de diversos tipos. Algunas de carácter visual, otras conceptuales, pero todas ellas, creativas, tanto que nos dejan con la boca abierta, pese al paso del tiempo.

Si tenemos en cuenta que Ramón Gómez de la Serna era sinónimo de vanguardia en una época complicada, no nos cuesta pensar que sus greguerías y obras resultaran difíciles para el público. Es más, para este escritor nunca fue fácil pertenecer a una generación en particular, ya que su obra era tan prolífica y distinta que resultaba imposible encontrar una definición.

Me resulta fácil imaginarme a Ramón viviendo actualmente con un smartphone con conexión a Internet en la mano, en el que teclear sus greguerías en 140 caracteres y esperando un aluvión de RTs.

Aquí tenéis algunas de las greguerías de Ramón Gómez de la Serna, disfrutadlas.

El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.

El bebé se saluda a sí mismo dando la mano a su pie.

Los recuerdos encogen como las camisetas.

Astrónomo es un señor que se duerme mirando las estrellas.

No importa que nuestro vaso sea pequeño, pues lo importante es que la botella esté llena.

Al cine hay que ir bien peinado, sobre todo por detrás.

El agua se suelta el pelo en las cascadas.

Y ahora, que levante la mano aquel que haya tenido un pensamiento ocurrente y haya dicho “Esto lo twiteo”. Pues para la próxima vez que tengáis este #IntentoDeGreguería acordaros de Ramón Gómez de la Serna y de este post.