“SICALÍPTICAS. EL GRAN LIBRO DEL CUPLÉ Y LA SICALIPSIS” es el nuevo libro de Gloria G. Durán, que acaba de lanzar su segunda edición. Un libro que nos lleva a conocer una época desconocida para muchos de nuestro país, las primeras décadas del siglo pasado. En en Más de Cultura, como amantes de todo lo que tenga que ver con la sicalipsis, hemos querido hablar con su autora para ahondar en este libro. ¡Viva la sicalipsis! 

– ¿Qué tal estás?

Bien.

– “SICALÍPTICAS. EL GRAN LIBRO DEL CUPLÉ Y LA SICALIPSIS” es el título de tu último libro, ¿qué podemos encontrar en sus páginas?

Bueno, es un libro largo. Una investigación, en torno a las tres primeras décadas del siglo XX en nuestro país. En torno a un término que es un invento, un neologismo, que de algún modo podría dar sentidos todo ese periodo. Un periodo en el que inventamos un mundo, y con él un nuevo lugar a explotar para una inmensa constelación de estrellas del cuplé y las variedades. Ese lugar permitió que todas ellas salieran a la arena pública a cantar, permitió también una inmensa red de agentes que hacían cultura desde las bases: empresarios, letristas, músicos, editores, escritores, dueños de teatros, teatruchos, music-halls, y dueñas también, que haberlas las hubo.

– Si tuvieras que definir “SICALÍPTICAS. EL GRAN LIBRO DEL CUPLÉ Y LA SICALIPSIS”, ¿con qué tres palabras lo definirías?

Porvenirismo

Sicalipsis

Contexto

– ¿Quién te gustaría que leyera este libro?

Todo el mundo.

– ¿Crees que todo lo relacionado con el folclore en España se ha subestimado? ¿Por qué?

Pues la palabra no es subestimada, es desconocida. Es un fenómeno complejo la transmisión del conocimiento. Damos determinados hechos por verdades, eventos, o sucesos, o personajes. Es como se ha articulado el relato hasta ahora, tres o cuatro protagonistas y una masa anónima supuestamente sin importancia. Obviamente nunca fue así. Se subestima porque no se conoce. Pero yo no llamaría folklore a todo. El cuplé es una canción muy urbana, muy cosmopolita, muy comercial, pegadiza, reivindicativa y rápida.

– ¿Hay algún cuplé que escuchado (o leído) desde este 2022 te haya sorprendido?

Casi todos la verdad, hay cuplés donde aparecen los nuevos oficios, la poli, las masajistas… hay cuplés para dadalizarse, para hacerte bolcheviki, para hacer dieta. Hay cuplés que imaginan una mujer neurasténica, o una torbellino que no puede parar, hay romances en la cola del suburbano, hay parejas de anarquistas y trabajadoras, hay un rechazo cantado al matrimonio, una mujer que quiere ser frívola, marquesa o duquesa, diablesa, en fin, hay tantísimos tantísimos que hay para todo. En cierto modo todos me sorprenden y me fascinan, siempre con la peor de la segunda intención. El subtexto, o sea,  lo que no se dice es lo verdaderamente importante de un cuplé.

– Si pudieras charlar con una de las mujeres de las que hablas en tu libro, ¿cuál elegirías?

Julita Fons y La Chelito y Carmen Flores.

– ¿Cómo ha sido tu proceso de trabajo para este libro?

¡Ufff!… Necesitaría un café y tiempo para explicarlo. Yo llevo investigando los dandys desde el 96, de allí hice la tesis de  mujeres dandys en el periodo de entreguerras, la llamé “Dandysmo y contragénero (…)”. Y luego arranqué dibujando cupletistas, son tantísimas que hasta que pones a cada una en su lugar. Luego ya comencé a leer, leer, leer, asociar mis dandys, el periodo de la vanguardia, y todo el relato del cuplé y la sicalipsis. De hecho una de las claves me las dio un poema de la Baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven llamado “La vaselina”, tal y como se llamó el cuplé “La vaselina”. Entonces me plantee, ciertamente, si estas personas comparten lugar y tiempo histórico, la gente de la vanguardia y las de cultura popular, ¿no tiene lógica que se armen en vasos comunicantes entre ambas galaxias? Y desde esa pregunta me puse a hilar y conocer los contextos patrios, que como todos sabemos, son bastante diferentes a lo sucedido en París, Londres o Nueva York. De ahí su encanto. Su cercanía y la ingente cantidad de material de ese tiempo histórico que se puede consultar, y comprar.

– Eres investigadora, artista, escritora y profesora. ¿Quién de todas está contestando a estas preguntas?

No hay separaciones, hago cosas, todos hacemos cosas, no creo que algo nos pueda definir…. jajaja.. ¡qué pregunta más curiosa!

– ¿Puedes adelantarnos algunos planes de futuro que tengas?

Estoy con el Laboratorio Sicalíptico de la Dra. Durán en el Teatro del Barrio de Lavapiés, un ciclo formativo de cuatro meses para tratar de dilucidar como suena o sonaría un cuplé hoy día. Vamos a tergiversar letras y mover nuevos ritmos, y nuevos bailes y nuevos accesorios. El cuplé es una obra de arte total, y en el Laboratorio tendremos talleres de todo tipo. También estoy haciendo unas pildorillas de radio para la Radio del MNCARS, Museo Reina Sofía. Allí profundizaré en aspectos de la investigación que han quedado solo señalados en el libro: las masculinidades, la figura del dandy más a fondo, los ruidistas y las clases de escucha, el baile, la comida, el cine. Luego haré otra para “renovar el repertorio”, con mi musa Glòria Ribera, con Arash Moori y Esther Mañas y con Javier Diez-Ena, pero esto ya será 2023.

– ¿Qué referentes tienes tanto profesional como en lo personal?

Mis amigas que son increíbles, la constelación de mujeres que me rodean, que son artistas, escritoras, gentes de teatro, diseñadoras, promotoras culturales, amas de casa, abogadas, economistas, en fin, tengo mucha suerte, conozco a muchas mujeres increíbles. Profesionalmente me encanta como trabaja mi editorial, La Felguera, y son una gran referente y por supuesto mi maestro, Miguel Molina Alarcón, es mi gran faro de generosidad y de ganas de generar un conocimiento que se expanda más allá de las letras y adquiera vida.

– ¿Podrías recomendarnos el último libro, canción, película, obra de teatro, o cualquier expresión artística que te haya emocionado?

Dorian Electra “Gentleman”, estoy bastante impresionada con este cantante, completamente sicalíptico para mí. Todo lo que está haciendo Samantha Hudson, cual obra de arte total, me encanta y divierte, es súper brillante ella, y efectivamente tan inasible e indefinible como una dandy o una sicalíptica.

– Nuestra revista se llama Más de Cultura, así que la pregunta es, ¿Más de Cultura y menos de…? 

Yo creo que la cultura está en todas partes, sobre todo ampliar la idea que la gente tiene de que es o no es cultura, hacer una tortilla de patata es cultura. No sé, no plantearía una dicotomía así, quizá lo que anule haga cultura también pues todo lo hace, “todo suma”, como diría mi maestro.

Muchas gracias Gloria por tu tiempo.