Décimo aniversario para un festival pionero en la exhibición online. Hasta el 13 de diciembre se puede disfrutar de una edición mixta del Festival Márgenes de Cine. Con proyecciones en la plataforma del festival combinadas con sedes en Madrid como la Cineteca de Matadero, La Casa Encendida y el Cine Doré.

Entre los 16 títulos que compiten en la sección oficial, se encuentran películas de países como Argentina, Colombia, Chile, Panamá, Bolivia, España y Portugal. Inaugura la película «Karen», protagonizada por Christina Rosenvinge y destaca el premio especial a Oliver Laxe tras su éxito con «O que arde».

En esta décima edición el equipo sigue apostando por todo ese cine que nace en los márgenes pero que tiene su público, puesto que cada vez son más los interesados en este tipo de cine. Nos tomamos un tiempo para charlar con su director,  Diego Rodríguez, que también se encarga de la distribuidora Márgenes y es miembro de la Asociación de Distribuidoras Independientes Próxima.

Fuisteis pioneros en el terreno online creando vuestra plataforma y ahora resulta que todos los festivales tienen que ser online por el asunto del Covid, ¿Cómo sienta esto?

Fuimos pioneros hace 10 años cuando todavía no había ni Netflix ni nada. Siempre pensábamos que era una buena alternativa para poder llegar lo más lejos posible. En Madrid, Barcelona, Bilbao… hay salas, pero en otros espacios de España o de Latinoamérica, donde no llegan las salas, era la manera de poder llegar.

Nosotros creemos en ese festival híbrido. Entre la presencialidad y lo online. Si estás en Madrid mejor acudir a una sala y, si no puedes, ahí tienes el online.

Ahora es verdad que es todo online y es algo que a mi particularmente me preocupa, porque pienso que tiene que ser una cosa más sostenible. Tenemos que tener cuidado para no quemar las películas. Para que se trate de replicar lo máximo posible de lo presencial a lo online.

«Esto se puede convertir en algo insostenible»

Si lo vas a poner online que sea con un aforo muy concreto, que no se pueda pasar de esos espectadores, tratando de replicar los espectadores que tienes en la sala y que sean los mismos que puedes tener online. Tratando de acotarlo también temporalmente.

Es decir, que no todas las películas estén en los festivales en la misma plataforma online porque yo creo que esto se puede convertir en algo insostenible. Estamos viendo todos cómo evoluciona, pero son los tiempos que nos han tocado vivir.

Este año con motivo del aniversario, al margen de la programación, tenéis también un ciclo en la Filmoteca.

Sí, este año tenemos un ciclo muy especial en la Filmoteca que define muy bien lo que creo que ha sido el festival Márgenes.

Siempre hemos tratado de establecer genealogías con los directores que estuvieron antes que los que tenemos ahora. Por eso, hemos seleccionado una serie de obras que definen muy bien la década que acaba ahora con el Festival Márgenes, con autores como Luis López Carrasco, Elías León Siminiani o Virginia García del Pino… les ponemos a dialogar con autores del siglo pasado. Jaime Chávarri , Manuel Summers, Josefina Molina...

Son películas que, por temática, pueden tener ciertos parecidos  y nos apetece mucho lo de ponerlas en diálogo y ver que de ese fuego queden estas cenizas. Al final, todos estos francotiradores son directores un poco más innovadores que beben de las fuentes de los que estuvieron antes. Creo que será muy bonito.

Las películas del siglo pasado se pondrán ver en la Filmoteca y las películas de esta década se pueden ver en la página web del festival bajo el epígrafe «Mas allá del Espejo, heterodoxias en el cine español«.

Este año con el parón os habrán llegado muchas propuestas ¿Ha sido difícil la selección?

Lo que ha ocurrido este año es que realmente tenemos un nivel que yo no lo había visto en 10 años. Realmente es muy paradójico y es para analizar. Nos ha costado más que nunca. Hemos recibido muchísimas propuestas tanto para el festival como para el laboratorio de desarrollo de proyectos.

«Los adolescentes más jóvenes han perdido un cierto imaginario de nuestro cine»

La impresión que tengo es que, por un lado, se globaliza un cierto tipo de cine. Un cine de fórmula, clonado, basado en las tendencias que dice un algoritmo que nos gusta; conmigo particularmente nunca acierta. Pero, por otro lado, también hay una resistencia, una serie de creadores y creadoras que se niegan a seguir los dictados de las modas o a pagar los peajes para que sus películas sean más «comerciales».

Realmente me ha sorprendido porque son propuestas muy libres, bonitas, bellas, pegadas a la tierra… realmente es muy emocionante y ha costado muchísimo hacer la selección de las 16 obras para la sección oficial. Hemos recibido más que nunca. Sorprendentemente en un año que parecía indicar que iba a ser más difícil. Eso es una cosa esperanzadora, creo.

Seguís muy centrados en el cine iberoamericano, ¿Cada vez tiene una penetración más fuerte en el publico español o todavía queda mucho que hacer al respecto?

Nos queda muchísimo por hacer. Es muy difícil, sobre todo en una generación de chavales jóvenes, que es la que nos interesa a nosotros. Por eso también focalizamos mucho en la gente joven, no solamente en los niños. Tenemos Márgenes Family que es para niños de 2 a 12 años.

Yo creo que los adolescentes más jóvenes han perdido un cierto imaginario de nuestro cine y ya de cine latinoamericano no te quiero decir nada. Es todo cine norteamericano, todo productos muy sencillos, muy rápidos, muy fáciles…asociados a unas ciertas narrativas… es muy complicado.

«Muchas distribuidoras estamos unidas para ver de qué manera podemos hacer llegar, sobre todo el cine español, a las salas»

Lo que tratamos es de poner nuestro granito de arena para buscar obras muy interesantes de cine latinoamericano donde se están haciendo unas cosas increíbles y poco a poco enseñar que hay otras miradas, que hay un cine más plural. Un cine que está muy cerca de nosotros. Que es en español.

Son creadores que, a pesar de estar tan lejos, dialogan muy bien también con nuestras inquietudes, nuestros miedos, nuestros anhelos… y creo que eso es algo que hay que potenciar, absolutamente. Es algo que Márgenes tiene clarísimo. Es ese eje España-Latinoamérica. Poder mostrarlo en España y hacer que cada vez tenga más penetración y se pueda luchar contra esos Molinos de Viento.

El confinamiento le ha venido muy bien a algunos, en vuestro caso para aliaros con otras distribuidoras y crear Próxima.

Sí, es una idea que teníamos hace mucho tiempo porque Márgenes también es distribuidora y yo desde hace tiempo pensaba que hay una serie de distribuidoras que defendemos los mismos títulos. Un cine en versión original, que es una de las señas de Próxima. Es muy difícil poder entrar en las salas y poder competir con otro tipo de cine y por eso nos hemos unido.

Es verdad que el confinamiento ha dado para mucho, se han creado muchas asociaciones, nos hemos metido en muchos charcos (risas), pero creo que es bonito, porque eso va a hacer que muchas distribuidoras estemos unidas para ver de qué manera podemos hacer llegar, sobre todo el cine español, a las salas.

Yo siempre pienso en Almodóvar. Nos ponemos en el año 83 con «Pepi, Luci y Bom», por ejemplo, con la que él llegó a salas. A día de hoy habría sido imposible. No cogen óperas primas, ni películas un poco más independientes, radicales. Nos hubiéramos perdido a Almodóvar en realidad. Porque no hubiera podido tener esa carrera.

Si no se apoyan esas propuestas, sobre todo españolas y un poco más arriesgadas, como óperas primas o que tengan un poco más de recorrido, estaremos cavando nuestra tumba. Creo que Próxima va por ahí. Tratar de que este cine sea más sostenible, aliarnos con las salas de cine, que ellos vean que esto es interesante para todos, que al final en esa estructura del cine todos nos retro-alimentamos y que es bueno. En esa tesitura estamos.

Dos películas especiales este año «Lúa vermella» y «El año del descubrimiento» que hablan las dos de asuntos muy locales, un terreno que toma cada vez más poder en el cine independiente.

Son dos películas extraordinarias. Dos películas con las que estoy tan agradecido a los dos directores, Lois Patiño y Luis López Carrasco que son dos chicos Márgenes puros y duros. Les hemos seguido todo este tiempo. Y sus dos películas son dos joyas absolutamente imperdibles que las podréis tener en Márgenes en dos pases únicos.

Son reveladoras. «El año del descubrimiento» es tan monumental que yo creo que está hecho un clásico instantáneo. Creo que dentro de unos años se hablará de esta película como se habla de los grandes. Porque lo que ha hecho con esa película es explicar la historia de España desde el 92, de todo lo que nos vendieron, hasta hoy.

Y por otro lado la estética pura de «Lúa vermella», que es como ver un cuadro en cada una de sus películas y sumergirte en su imaginario y disfrutar. Cine de una belleza impresionante. Justamente en este año tan difícil han salido estas dos joyas de las que yo particularmente no puedo estar más contento.