Hoy vamos a mirar dentro de España para estudiar algunos de los casos de éxito en las redes sociales en marcas españolas.

Como ya hicimos hace unos meses con el post “3 casos de éxito en redes sociales: Coca-Cola, Starbucks y Best Buy”, volveremos a plantearnos qué es lo que necesita una marca para conseguir llamar la atención, y sobre todo tener al público de su parte.

El primer punto y aunque parece que siempre repitamos lo mismo, es tener una estrategia definida. Si eso no podemos ponernos a trabajar. Un gran error como ya hemos visto aquí es empezar en esto de las redes sociales sin saber por dónde. Para repasar eso podéis leer ese post “La importancia de tener un plan” en el que os contamos cómo hacerlo paso a paso.

Pero vayamos a lo que nos ha traído a este post. Hemos analizado y pensado qué marca española tiene esa conexión especial en las redes sociales con sus usuarios y la respuesta ha venido casi sola. Gallina Blanca no sólo se defiende bien en la cocina, sino que en las redes sociales lo hace muy bien.

El primer punto con el que se enfrentó Gallina Blanca (como lo haría cualquier otra empresa) es preguntarse qué es lo que quieren ofrecer en sus redes sociales. Este objetivo básico es la principal diferencia entre subir contenidos de autobombo que no interesan a nadie o conectar con nuestros usuarios. En el caso de Gallina Blanca se puso en la piel del cliente y enfocó hacia el toda la estrategia. El usuario que entra en Gallina Blanca o en sus redes recibe consejos, recetas y novedades. Es decir que el usuario que le guste la cocina o bien, necesite ayuda en ella encuentra en Gallina Blanca un aliado. No es casualidad que sus productos también hagan más fácil la vida en la cocina de sus clientes.

Si analizáramos la presencia de Gallina Blanca en la red vemos que tiene una página web corporativa, sí pero en la que el protagonista es el usuario. Aquí se ofrecen recetas y trucos, se da la actualidad en el mundo de la cocina, se habla de platos por regiones y se da la oportunidad al cliente para que mande su receta. Os ponemos un pantallazo de su web, y os retamos a ver dónde están sus productos… ¿Veis el apartado? Pues eso, que el autobombo es muy reducido. Dentro de la web encontramos su sección de noticias, que es su antiguo blog.

En cuanto a redes sociales como tal, Gallina Blanca cuenta con más de 23.000 seguidores en su página de Facebook en la que no sólo presentan recetas y menús, sino donde también realizan sorteos en los que se genera mucha actividad por ambas partes. Los usuarios participan porque se hacen preguntas interesantes.

En el caso del Twitter, Gallina Blanca abrió la veda para utilizar esta red social con creatividad. No sólo interactúa con los usuarios y les ofrece trucos y recetas, sino que una de las grandes novedades fue su aplicación ¿Qué cocino hoy? Gracias a ella se podía preguntar qué plato preparar con los ingredientes que se tenían en casa. Original y muy muy viral.

Su nueva red social ha sido Pinterest. Aquí Gallina Blanca tenía el terreno fácil ya que es una red fotográfica y visual. Con sus tableros divididos en platos y tipos de comida hacen que los usuarios “pineen” sus creaciones sin darse cuenta. Y todo ello, por supuesto, dirigiendo el tráfico a su web.

Lo que nos queda claro tras estudiar este caso es que con creatividad y sabiendo qué podemos ofrecer a los usuarios, se puede llegar lejos.