Se acerca el verano y el objetivo está claro, encontrar a un amigo que tenga barco y hacer realidad esa soñada travesía velera. Si has salido poco y no has conocido gente nueva o tu grupo de amigos no suele veranear en Sotogrande, tranquilo, hemos encontrado una solución: la plataforma Sailwiz.

Qué es Sailwiz

La plataforma funciona como una especie de blablacar marino. Pone en contacto a propietarios de barco que organizar viajes por plazas con usuarios interesados. La foto en el velero ya no es exclusivamente de ricos. ¡Hallelujah!

La economía colaborativa llega al mundo náutico gracias a Sailwiz. Se trata de una startup española formada por una tripulación joven de profesionales que llega con la intención de revolucionar el turismo náutico, poniendo al alcance de todos las vacaciones en barco.

Sailwiz nació en 2017 como un proyecto de fin de máster de un grupo de compañeros apasionados del mar. Tras la fase académica, sus fundadores decidieron lanzar una prueba al mercado y al comprobar su éxito decidieron desarrollarla. Sailwiz ha logrado romper con las barreras del turismo náutico: para irte de vacaciones en barco ya no necesitas comprar uno ni alquilarlo, no tienes que aprender a navegar o tener un carnet y no tienes que encontrar a más tripulantes que te acompañen.

Cómo funciona

Para utilizar Sailwiz, solo tienes que entrar en la web de la plataforma e identificarte como tripulante o como patrón. A través de sus filtros de búsqueda, puedes localizar la actividad o travesía que más te interese. Tendrás que enviar una solicitud de reserva al patrón, acordar día y hora y buscar un bañador y una crema de sol.
Hay ofertas para todo tipo de planes, desde una excursión de un día por la costa de Cádiz hasta una semana por el Mediterráneo. El pago se hace por plaza (no por el barco entero) e irás acompañado por el patrón del barco, no hace falta que tengas carnet. Si disfrutas de la playa, del mar y de las actividades acuáticas, ya tienes una idea para este verano.
Si te apuntas al plan, cuéntanoslo en comentarios y danos envidia a las redactoras de esta revista.