Entre tanto odio, envidia y ansiedad por acercarnos al ideal de belleza predeterminado por las redes sociales, llega Gas, una nueva app que está triunfando en Estados Unidos y que consiste en decir cosas bonitas de otros usuarios.

Esta nueva red social se lanzó al mercado en agosto y este mes ha sido una de las apps más descargadas en Apple store. Esta idea, que por ahora sólo se está comercializando en Estados Unidos, ha sido diseñada por Isaiah Turner, Nikita Bier y Dave Schatz. Todos afirman que se trata de una llamada de atención para mejorar nuestro autoestima en la vida real.

Este nuevo concepto de plataforma está dirigido a las personas más jóvenes, a esa época en la que todavía estás configurando tu personalidad. Los efectos negativos que tienen redes sociales como Instagram o Tik Tok, están provocando un aumento de operaciones estéticas faciales provocadas justamente por esta falta de autoestima. La vulnerabilidad de los menores en este ámbito, hace que apps como Gas, se conviertan en un referente de lo que sí debería ser una red social. Un espacio para compartir, admirarnos y establecer relaciones virtuales sanas.

Un referente de lo que sí debería ser una red social

Así es como funciona Gas. Una comunidad libre de odio y configurada para mejorar la salud mental entre e los usuarios más jóvenes. Con un mecanismo diferente al de las redes sociales tradicionales, Gas ofrece una interacción limitada a una comunidad cerrada. Datos como la ubicación, únicamente son necesarios a la hora de registrarse y la información no se almacena en la nube. A partir de una serie de preguntas, los usuarios responden de forma anónima siempre con comentarios positivos.

Casos como aislamiento social, trastornos de la alimentación y la falta de concentración en otras tareas, están estrechamente relacionados con el uso no seguro de las redes sociales en menores. Y es que temas que a una persona adulta le puedan resultar banales, a alguien que todavía está formando una conciencia de si mismo, se le pueden hacer un mundo. En edades tempranas, es muy importante apreneder a discernir entre la realidad y lo que proyectamos en Internet.