Martí Rubira no planeaba convertirse en un protagonista más de Operación Triunfo 2017 pero nos confiesa que la ironía es un arma muy valiosa y cuando eres el recepcionista en una Academia donde los huéspedes no es que salgan mucho, necesitas poder hablar con cualquier alma que pase por delante.

Se hizo famoso por hilar fino, por estar «sirviendo calamares en OT», pero Martí es más que eso. Ligado siempre a la producción, se encuentra trabajando en Brutal Media, productora que ha desarrollado proyectos como Las del Hockey.

Además, compagina su trabajo con un máster en producción ejecutiva para, algún día, poder desarrollar sus propios proyectos. Algo más suyo es el proyecto de Operación Triunfo donde está involucrado esta edición: la voz del asistente de Google. Así, cada semana ofrece boletines informativos con la actualidad de la Academia en el tono irónico que le caracteriza.

Se toma un tiempo para charlar de todo esto con Más de Cultura. No concedía entrevistas, sin embargo no tiene nada que temer, puesto que no le vamos a preguntar ni por #Aiteda ni por #Geranne. Sentimos decepcionarles, les prometemos que hay otras cosas más interesantes, como su experiencia en una granja de Nepal o su pasión por Rosalía.

He leído que no concedías entrevistas. Me siento muy halagada. Muchas gracias.

He trabajado en las tres ediciones de OT, en el segundo hacía producción de galas, un trabajo 100% anónimo. Y en el primero la gente me pedía entrevistas y me preguntaban por Aitana y Cepeda… y para ir y no responder no vale la pena. Entonces por eso dije que no iba a dar ninguna entrevista pero ahora que sí que hay una exposición más pública, lo veo más lógico.

Entonces no es que fueras un hater del todo…

No, no. Este hater/alter ego que tengo que es una fama de mierda (risas).

La gente dice que eres borde pero yo creo que es que no sabes vivir sin la ironía.

Claro, es que alguien que odia OT no está tres ediciones trabajando ahí. Porque aunque la gente se piensa que en la tele te haces de oro, no es verdad.

Lo que sí es verdad es que le dedicas muchas horas a algo que todo el mundo que lo ve idolatra pero cuando estás currando y 24 horas metido ahí también les ves otras cosas. Que no es oro todo lo que reluce.

«Se está haciendo este formato para los consumidores de redes sociales»

De ahí sale un poco la ironía de la que hablas. Que yo creo que es lo que mucha gente no entendía y confundía: «Este tío es un borde». De todas formas creo que a la gente a veces le cuesta pillar la ironía, pero eso ya es un tema personal aparte (risas).

Tú eres millennial pero en Más de Cultura tememos a veces que los Z no entiendan la ironía.

Nunca he sabido muy bien qué soy. También existe la generación T que son los táctiles. Pero entiendo que por edad es a partir de 2015 y espero que ningún generación T vea Operación Triunfo.

Pero sí, al final, el público objetivo o target de OT es está generación Z porque como estamos viendo más recientemente en esta edición es un formato que en Televisión Española tiene mucha audiencia.

Pero entiendo que quizá la gente mayor prefiere ver otra cosa y los que lo siguen son más los de la Generación Z, que están en redes. Se acaba la gala, hay una cantidad enorme de tuits, miras la audiencia y no entiendes nada. Se está haciendo este formato para los consumidores de redes sociales, básicamente.

¿Cómo es eso de formar parte de la producción, que siempre es invisible, a verte de repente en Youtube en vídeos tipo “mejores momentos Martí”?

Siempre se lo digo a mis amigos: Lo pasé muy mal. Soy muy vergonzoso.

Las tres personas que estábamos el primer año en la Academia, éramos una figura rara, teníamos un contrato de auxiliar de producción. Se buscó gente de confianza porque íbamos a estar en contacto con los niños. No puedes perder a cualquiera porque te arriesgas. Tienes que tener cuidado porque es el único input que van a recibir del exterior.

«Todo esto de Martí el recepcionista, los calamares… salió cuando ya llevábamos mes y medio. Al principio estaba muy cortado»

Y un día, todo empezó con un tuit en el que me mencionaron porque había dicho algo. Yo pensé: «eres un puto bocazas». Yo tengo la sensación de que se ve como que el primer día que puse un pie allí ya salió todo y no es verdad.

Todo esto de Martí el recepcionista, los calamares…todo eso. Salió cuando ya llevábamos mes y medio de programa. Yo al principio estaba muy cortado. Si que llega un momento que aunque ves las cámaras ya no te das cuenta. Es como si en vuestra oficina tuvierais siempre una gopro ahí puesta. Al principio la vas a notar pero cuando cada día vas a currar…ya no.

«hicimos el docutriunfo, que sigue en un cajón»

También es verdad que el trabajo que hacíamos los recepcionistas es muy aburrido. Pasaba cualquier alma por delante y te ponías a hablar con ellos. Yo no se cuantos libros me leí estando ahí.

No podías subir el móvil por si les pasabas información, el ordenador que teníamos era de atrezzo y no funcionaba. Me leí La sombra del viento estando en la Academia, que está muy bien.

Pero claro, después yo recibía mensajes por instagram preguntándome que qué había estudiado porque ellos querían hacer lo mismo, cuando no es nada. Pero sí que es verdad que gracias a eso la cosa fue avanzando, hicimos el docutriunfo, que sigue en un cajón y después de ahí me dijeron que se iban a hacer los castings y necesitaban a gente de producción.

Siempre reivindico el trabajo de producción porque es como que cuando todo sale bien: «¡Qué bien!» y cuando algo sale mal: «Ay, producción». Cuando todo funciona nadie te viene a decir qué bien lo has hecho.

Y tengo que decir que la mejor experiencia laboral en mi vida ha sido OT 2018, el segundo. Estaba en producción de gala con mis compañeros Vane y Rubén. Fue espectacular, nunca me he reído tanto y nunca he currado tanto. Justo en el OT donde menos repercusión tenía.

En general creo que la producción se valora muy poco. Pero creo que todo el mundo que se mete en producción es consciente de ello. A mi me parece mucho más divertido eso que la parte pública.

Y este año: Asistente de Google ¿De dónde viene esta idea? 

No lo tengo muy claro. Hasta donde yo se, aparece el factor Google, que no para de innovar en muchos aspectos, y nos queremos meter dentro de un formato como OT: ¿Qué hacemos?

Se decidió que se iban a hacer estos boletines y empezó la lluvia de ideas de quién los iba a hacer. Yo en un principio dije que no volvía como una decisión propia. Porque estoy en Brutal Media, otra productora, estoy haciendo un máster doce horas a la semana…no tenía tiempo de meterme a hacer producción. Para hacerlo mal era absurdo.

Había que ponerle voz a esto y mi nombre salió. Es un infiltrado que está dentro de la Academia y tiene que colar que sea alguien que esté dentro. O pones un redactor o creas desde cero la figura de un redactor infiltrado.

En mi caso era una figura que se relacionaba con OT, sin ser una celebrity, pero la gente más o menos podía relacionar que yo pudiera estar en OT pasando información. Google dijo que le parecía muy guay la idea y salió todo esto. Solo tengo que ir un día a Terrassa para hacer lo del chat, que está guay.

Estás muy metido en el contexto de discográfica y mundo audiovisual ¿Qué música o tipo de contenido audiovisual te gusta a ti?

No invierto mucho tiempo en consumir audiovisual. Soy una persona muy cateta a nivel cinéfilo y me da muchísima rabia. En la productora donde estoy me están adoctrinando. Me dicen: «no puede ser que no hayas visto esta película o la otra». Entonces ahora estoy viendo westerns, Bienvenido Mr Marshall o cosas así. Para crecer culturalmente.

«Hice las maletas y me fui dos meses a trabajar a Nepal a una granja»

Netflix lo trabajo un poco más y tele por ejemplo me gusta mucho el contenido de Movistar. Me gustaba mucho El puente. Las cosas estas tipo reality como Pekín Express. Operación Triunfo obviamente lo he visto.

Y de música soy más de abrir spotify y voy a una lista que ya está hecha y le doy a reproducir. Rosalía por ejemplo me parece una puta pasada. Me gusta mucho tanto a nivel visual como a nivel artista. Pero también me gusta Dolly Parton, escucharía muchas cosas.

También hemos visto que viajas mucho. 

He tenido la suerte de que con mi familia siempre hemos hecho viajes. Mis padres han decidido invertir parte de la educación de sus hijos en poder viajar.

Después del segundo OT, el de 2018, se hizo el programa de La mejor canción jamás cantada con el mismo equipo de producción. Después de eso no había más trabajo y la gente que no éramos fijos nos fuimos.

«En un futuro currar en mi propia productora estaría muy guay. Me gustaría crear mi propio contenido»

Hice las maletas y me fui dos meses a trabajar a Nepal a una granja. Estuve trabajando en una plantación de té con una familia de allí. Haciendo tareas de construcción y montando un centro de Yoga. Que no es que sea vegano ni que haga Yoga pero es que es lo que hacían allí.

Cuando volví quería formarme y hacer mis propios proyectos, por eso estoy haciendo un máster en producción ejecutiva.

¿Te planteas hacer un proyecto tuyo pronto?

Sí, lo que quiero es aprender un montón pero me gustaría crear mis propios proyectos y desarrollarlos. Ahora mismo estoy en el departamento de creación y desarrollo de formatos. Estoy haciendo esto.

«el público es soberano y al final sin público tampoco hay formato»

Está un poco más alejado de la parte de producción pero es un poco más creativo porque te dan un tema y tienes que presentar formatos. Vas tocando varios palos y me parece muy interesante.

En un futuro currar en mi propia productora estaría muy guay. Tampoco tengo muy claro si haría cine, ficción, branded content o publicidad. Pero sí que me gustaría crear mi propio contenido.

Martí Rubira. Instagram.

Hoy las líneas entre lo que es una cosa y lo que es otra son difusas. Por ejemplo, el contenido transmedia.

Todo eso está tocando mucho y creo que es el futuro. Porque, como hemos dicho antes, si quien consume más OT es la generación Z o hay un contenido transmedia o no se hace a través del mismo sitio. Creo que una cosa va a alimentar la otra.

Mas que morir la tele creo que se va a complementar con otras plataformas. Que es lo natural.

El público manda.

Totalmente, el público es soberano y al final sin público tampoco hay formato. Es lo que tiene que ser.

¿Más de cultura y menos de qué?

Tengo que decir algo guay. Ahora voy a decir una mierda y voy a quedar… No diría hater pero Más de Cultura y menos criticar. O más Cultura y más consideración por la cultura que se crea.

Por ejemplo, lo que ocurre con el cine español que parece que todo es una mierda. Todo el mundo critica en lugar de ponerse a hacer cultura. Es muy difícil. Y más aquí en España, que en Hollywood por hacer una película te den no sé cuántos millones y quizá para hacer aquí una película te dan tres.

Claro que no van a ser los mismos efectos especiales. Esto ocurre también con OT. Es muy fácil criticar, hoy en día. Y con un tuit aún más. Hay gente que duerme muy pocas horas haciendo eso que otros consideran una mierda.

Como cuando la gente dice: «mi prima de tres años haría este cuadro». La hoja de reclamación de la tele o de la cultura en general se ha vuelto twitter y es muy fuerte. Socorro. Pues eso. Más de cultura y más tolerancia.