Plan de Marketing es un concepto que me gusta, será porque incluye la palabra “plan”, que es una de mis favoritas. En estos momentos en los que la improvisación está en nuestro día a día, no está mal intentar poner un poco de orden a nuestra vida y dar respuestas a algunas de las preguntas que todos nos hacemos. Como, por ejemplo, ¿en qué fase se podrá follar? Dejaremos sin contestar esta pregunta y avanzaremos en el tema…

Philip Kotler hablaba largo y tendido sobre los planes de marketing, definiciones, publicidad y producto, todo enfocado en el éxito empresarial. Bien es cierto que cuando hablamos de branding profesional, lo hacemos con la premisa de que nos convertimos en un producto para encontrar nuestro objetivo en el trabajo. Después de la pandemia, es posible que todas aquellas personas que han pasado la cuarentena en barbecho busquen un éxito, pero no empresarial precisamente.

Por ello, y porque Más de Cultura quiere dar un servicio al pueblo, vamos a hablar de un Plan de Marketing adaptado al ligoteo, sobre todo, tras el confinamiento. Además, una muestra nada representativa, me dice que los universitarios de hoy en día no saben quién es Kotler, así que, si por este artículo lo googlean, yo ya me doy con un cantito en los dientes. Sin más dilación, vamos con los puntos de este Plan de Marketing para ligar tras la pandemia.

El punto de partida (además de una preciosa canción de Rocío Jurado) es el análisis de la situación en la que estamos. Este análisis nos tiene que dar una visión de lo que está ocurriendo, y tenemos que desarrollarlo con total sinceridad. Para el análisis propio, nada como un buen DAFO (Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades).  Ya sabes, si te has puesto a hacer ejercicio todos los días de la cuarentena y ahora tienes unos brazos como aspas de molino, esa es una fortaleza que destacar. Para el análisis de la competencia viene muy bien seguir de cerca a los competidores, tanto personales como máquinas (sí, obviamente estamos hablando de los succionadores de clítoris, entro otros gadgets).

Objetivos realistas para tu plan de marketing de ligoteo

Importantísimo es definir nuestros objetivos. ¿Qué es lo que queremos conseguir con este plan? No es lo mismo que estemos interesados en una relación amorosa con vistas a casa con jardín, que una persona con la que pasar un buen rato, y ya está. Además de eso, los objetivos que sean realistas y coherentes. Quítate la idea de la cabeza, Cate Blanchett es completamente inalcanzable. ¡Y que estos objetivos sean cualitativos y cuantitativos con una fecha marcada!

Otro de los puntos que tenemos que tratar es el de identificar nuestro público objetivo. Porque una cosa tiene que quedar clara, todo el mundo tiene su público. Lo más importante es saber llegar a esas personas. Porque igual que a ti te gusta un determinado tipo de chicx o te hace tilín alguna característica concreta o te pone una profesión (otro día hablaremos de la erótica de determinados puestos de trabajo), tú puedes estar en el punto de mira de otras personas. ¡Identifícalas! Sabiendo dónde están y quiénes son, podemos escoger la manera en la que llegar hasta estas personas, ya sea una aplicación o un lugar en concreto.

Analizando los puntos anteriores (situación interna y externa, objetivos y target), podemos dar el siguiente paso, que es la definición de estrategias. ¿Nos conviene mejor segmentar el mercado para llegar a más público objetivo? ¿Qué vamos a ofrecer de nosotros mismos? ¿Desarrollaremos una estrategia de Marketing MIX y sus 4P´s coherente?

Una propuesta de valor que enganche a tu público

Muy bien, ya tenemos todo encima de la mesa para ponernos manos a la obra con el plan de acción. ¿Cómo va a ser nuestro proceso de conversión? Aquí debemos tener en cuenta esa propuesta de valor con la que queremos enganchar a nuestro público (véase la foto de perfil y descripción de Tinder), así como si es un cliente nuevo, está fidelizado o es cliente antiguo, y es que muchas personas han caído en la trampa de escribir a sus ex durante estos días, y ahora toca deshacer este entuerto.

Y como los planes y la vida cambia, siempre hay que tener un control y una supervisión del plan. Porque, de repente, puedes verte en una encrucijada, o tener que tomar una decisión trascendental. Por eso hay que definir los KPI o los indicadores de la gestión para saber si lo estamos haciendo bien o no. Como con los objetivos, mejor ser coherente. Estos KPI pueden ser matchs en una primera fase o citas programadas o paseos de la vergüenza, dependiendo tus expectativas…

Obviamente este plan no tiene una garantía asegurada, ni saldrás de la cuarentena cual fucker por seguir estos consejos, pero si por lo menos te sirve para volver a la rutina y recuperar las dotes de las relaciones interpersonales post-pandemia, ya es algo.