La semana pasada estaba hablando con una amiga sobre las nuevas formas/aplicaciones de ligar y la facilidad que conllevan para unos y los obstáculos que presentan para otros (véase los más románticos, melancólicos o con dificultades para entablar una conversación a través de una pantalla).
En fin, a lo que vamos. Analizando el nuevo panorama para solteros y solteras del mundo, empezamos a hacer una lista de aquellas aplicaciones que conocíamos y que en algún caso hasta nos habíamos atrevido a probar, por eso de que las dos somos periodistas y nos gusta constatar nuestras fuentes.
Tinder y Grindr ya están al orden del día y todas conocemos a alguna pareja que se encontró a través de las famosas aplicaciones de citas online. En Más de cultura ya os hablamos de nuevas opciones que salían al mercado de ligues, como Pure, 3der, Fetlife o Shakn porque nosotras, todo lo que sea intentar que dos personas se diviertan y hasta presuman de amor nos lo tomamos como un motivo de celebración.
¿Está la infidelidad de moda?
Mi sorpresa llegó cuando mi amiga mencionó una red social para ser infiel, Ashley Madison. Una aplicación para conocer a personas que quieren un affaire bajo unas condiciones que aseguren el anonimato, ¿tenía esto algo que ver con el poliamor o el mundo de las relaciones abiertas?
Ashley Madison: “la vida es corta. Ten una aventura”. Aquello olía a rancio y en mi cabeza no paraba de sonar la alarma que detectaba machismo del fuerte. Al teclear las primeras palabras, las noticias que surgían eran polémicas. Robo de cuentas, publicidad que dejaba en evidencia al rey emérito Juan Carlos I, a Bill Clinton o al príncipe Carlos de Inglaterra, multas millonarias e ingresos que no se quedaban lejos. Guau.
El debate estaba sobre la mesa, a la aplicación se le había caído el pelo cuando más de 30 millones de usuarios habían visto cómo sus trapos sucios se aireaban a los cuatro vientos, pero Ahsley Madison pagó la multa correspondiente y se tomaron unos meses de vacaciones para que los usuarios de la red se olvidasen rápido de la noticia. Y funcionó. Cambio de estrategia, controversias escondidas, discreción, renovación y tachán, los usuarios a amontonaban.
Cómo funciona Ashley Madison
Hay que crearse un usuario pero para ello no es necesario vincular la cuenta con ninguna red social, a diferencia de otras aplicaciones del estilo, y recomiendan crear una cuenta de correo electrónico exclusivo para la aplicación. También piensan en fotos discretas o en organizar encuentros en ciudades que no son la tuya en caso de que vayas a viajar a ellas. Y aunque en un principio se vendían como una web para tener una aventura, a día de hoy su página indica que hay muchos perfiles de usuarios, solteros o en pareja, con relaciones abiertas o no, dispuestos a tener un encuentro rápido y casual o pasar a algo más serio.
Hay opción a suscribirse gratuitamente y opción a una cuenta vip, en la que el usuario paga y gana una serie de créditos, que sirven para enviar mensajes, tener acceso a más perfiles…
El mercado crece, los usuarios se disparan y del tema orgasmos… ahí ya no podemos informar aunque una conclusión sí sacamos, cómo (n)os gusta la marcha.
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